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El transporte público reduciría la contaminación y la siniestralidad
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El transporte público reduciría la contaminación y la siniestralidad

viernes 21 de septiembre de 2018, 07:00h

Aprovechando la celebración del Día Mundial Sin Coches, Atuc urge “a disminuir el número de vehículos privados para reducir las más de 25.000 muertes que provoca la contaminación del aire”.

Atuc indica que España es uno de los nueve países europeos que incumple la normativa contra la contaminación del aire, que cada año provoca la muerte en Europa de unas 400.000 personas. “Pues bien, una de las principales causas de la contaminación atmosférica reside en el tráfico rodado, responsable del 50% de las emisiones dañinas que se registran en los centros urbanos y de las que más del 90% corresponden al tránsito de coches y motos, según la asociación.

Madrid y Barcelona han sido dos de las ciudades que más se han esforzado en reducir los niveles de contaminación, en gran parte gracias a las restricciones al tráfico que han acometido en sus centros urbanos y por las que nuestro país ha evitado la multa con la que nos amenazaron desde Bruselas.

Las grandes avances logrados en Madrid y Barcelona puede ser el camino a seguir por otras ciudades

Las vías de actuación más efectivas para reducir la contaminación del aire pasan, “sobre todo, por potenciar el transporte público, ya que sólo un autobús puede evitar la contaminación que generan 50 coches. Sin embargo, a lo largo de la última década la cifra de turismos en circulación se ha incrementado un 8%, hasta superar los 20 millones. Y ello a pesar de que los costes de ir en vehículo privado pueden llegar a cuadruplicar a los del desplazamiento en transporte público”.

Necesaria financiación

Además, para potenciar el transporte público, Atuc reclama que, “en la revisión de los ahora cuestionados impuestos medioambientales, especialmente el que atañe al diésel, se destinen como mínimo 500 millones de euros anuales a su financiación, que podrían destinarse a mejoras del servicio (sobre todo a aumentar la frecuencia de paso, a reducir la duración de los trayectos y a renovar las flotas para hacerlas más sostenibles). Y es que la asociación calcula que si los autobuses, metros o trenes de cercanías ofrecieran un todavía mejor nivel de servicio, más de tres millones de españoles podrían empezar a usarlos.

Según Jesús Herrero, secretario general de Atuc Movilidad Sostenible, concluye además que “los atascos y los efectos colaterales derivados de la circulación no se solucionan poniendo más carriles, de la misma manera que el sobrepeso no se arregla aflojándose el cinturón. De esta forma, si la construcción de más carreteras puede agilizar el tráfico durante un tiempo, esa fluidez acabará generando un efecto llamada con un claro desenlace: donde antes había un atasco de tres carriles luego habrá una retención de cinco. Por ello, cualquier actuación sensata, eficaz y realista debe buscar la reducción del número de coches en circulación, para lo que habría que apostar de forma decidida por medios de transporte colectivo, sostenibles, fiables, accesibles y fáciles de usar”.