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Paso fronterizo de Biriatou.
Paso fronterizo de Biriatou.

Las autoridades francesas son las responsables del embudo de Biriatou

lunes 01 de octubre de 2018, 07:00h
Actitud de Francia, sometiendo a los vehículos pesados a controles injustificados, incompatibles con Schengen y con principios de la Unión Europea, ocasiona pérdidas millonarias a las empresas de transporte.

Las retenciones en Biriatou son un problema recurrente, ya que bien por los controles que realiza la policía gala, bien a consecuencia de la acumulación de camiones después de un periodo de restricción de tráfico para vehículos pesados en Francia

Es verdaderamente urgente que las instituciones europeas tomen las medidas necesarias para restablecer el orden en la frontera, obligando a las autoridades francesas a someterse a la norma común. Las retenciones en Biriatou son un problema recurrente, ya que bien por los controles que realiza la policía gala, bien a consecuencia de la acumulación de camiones después de un periodo de restricción de tráfico para vehículos pesados en Francia, se producen retenciones kilométricas que colapsan totalmente el entorno de Bidasoaldea y Donostialdea. Una y otra vez estas retenciones se producen en el lado guipuzcoano, poniendo a prueba los nervios de los conductores y de los profesionales del transporte. No es un problema de hoy ni de un día, sino que llevamos así muchos años, sin que la administración lo resuelva.

El 19 de abril de 2005, junto con representantes de las asociaciones sectoriales que engloban a transportistas españoles y franceses así como delegaciones institucionales de ambos lados de la antigua frontera (entre las que se encontraban representantes del Gobierno Vasco, Diputación Foral de Guipúzcoa y municipios del sur de Francia), Guitrans exigió, en el encuentro mantenido con la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo, soluciones inmediatas ante los colapsos y el grave problema económico, medioambiental y social provocado por la congestión de tráfico de Biriatou. El estudio “Congestión de Tráfico en Biriatou: análisis y soluciones” fue el principal soporte utilizado en nuestra argumentación. Ya entonces se barajó la posibilidad de eliminar el peaje en Biriatou, siendo este cobrado en Irún o en San Juan de Luz, mediante un sistema de compensaciones como existe en la AP-8 entre Vizcaya y Guipúzcoa.

A día de hoy, la infraestructura ha sufrido remodelaciones con la ampliación del número de cabinas, existe un acuerdo entre Autoroutes du Sud de la France (ASF) y Bidegi, empresas gestoras de las autopistas A-63 y A-8, por el que de manera consensuada procederán al levantamiento de las barreras y no cobrarían los peajes cuando se produjeran grandes colas. Esta medida se ha aplicado ya en varias ocasiones, tanto en el lado guipuzcoano como en el francés, aunque con resultados desiguales. Lo que está ocurriendo en Biriatou no es razonable y además no se produce en el resto de pasos fronterizos europeos, ni con Bélgica, ni con Italia, Alemania, ni siquiera con el resto de fronteras con España, lo cual muestra que el control se está gestionando de una manera, por lo menos, incoherente. Parece que han decidido que los terroristas solo pueden entrar por Biriatou y en camión.

No entendemos que la única frontera europea donde se da este problema sea en la de Biriatou, ni siquiera en la de La Junquera, que tiene una afluencia de vehículos parecida, y además tampoco entendemos que el problema se provoque siempre en un solo sentido, si se trata de un problema de seguridad ¿por qué razón las retenciones se producen solo en el lado guipuzcoano? El problema de seguridad se da en toda Europa ¿por qué se producen retenciones solo aquí? Entendemos que algo se está haciendo mal o que, por lo menos, nuestras autoridades no están haciendo valer nuestros intereses, ya que el problema se está prolongando indefinidamente, sin que haya ningún tipo de solución.

Es hora de analizar el problema, tanto desde el punto de vista de las infraestructuras, de las medidas de restricción de tráfico, de los medios disponibles de regulación de tráfico, etc., es decir desde una perspectiva global, porque en estas retenciones se producen situaciones de riesgo que es necesario evitar, además de las ingentes pérdidas de tiempo y dinero.

Cuantiosas pérdidas económicas

Tal y como Guitrans indicó en el escrito que dirigió a la Consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, a la Diputada de Infraestructuras Viarias de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Aintzane Oiarbide y a la Directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Sonia Díaz de Corcuera, el pasado 22 de mayo, a las 13:00 horas, momento en el que se registraban 20 km. de retención, tan solo había abiertas cinco de las 10 cabinas de peaje, actitud totalmente intolerable por parte de los servicios de la autopista y autoridades francesas.

El CNTC (Comité Nacional del Transporte por Carretera) no es ajeno a esta problemática y es puntual conocedor de los datos de retención registrados. De hecho, a propuesta de Fitrans, se acordó en la reunión del Pleno de este órgano de 14/09/2017 solicitar una reunión al Ministro de Interior de entonces, Juan Ignacio Zoido Álvarez, solicitud que se formuló en la carta fechada el 18 de septiembre de ese año. Tras el cambio en el Gobierno central, en la reunión del Pleno, celebrada el 21 de junio de este año, y a instancias también de Fitrans, se volvió a plantear el tema de los cuellos de botella en Biriatou, proponiendo solicitar una reunión al Ministro del Interior, a la que acuda la mayor asociación de transporte francés y el Ministerio de interior francés. Igualmente, en la reunión celebrada este pasado 18 julio con el Ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en la que estuvo también presente la Secretaria General de Transporte, María José Rallo, también se trasladó la urgente necesidad de abordar esta problemática. Este pasado 12 de septiembre se reunió el Pleno del CNTC donde se retomó la petición de reunión al Ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, solicitud que ha sido cursada con fecha 17 de septiembre.

Las pérdidas para el sector del transporte son cuantiosas. Tal como venimos denunciando un camión pierde por cada hora de retención en torno a 55 euros. Con los datos en la mano, se ve que una empresa, que está una media de 3,6 horas en una retención pierde 198 euros y esto que ocurre el 56% de los días, supondría a una empresa que tuviera un vehículo en cada una de las retenciones ocurridas en un periodo de un año unos 40.000 euros de media. En un sector en el que difícilmente se pueden repercutir los costes, resulta imposible recuperar los gastos de este tipo de incidencias, que no solo producen una pérdida económica, sino, además, un perjuicio aún mayor porque al agotar las horas de conducción en la retención, el transportista no puede llegar a destino con los problemas que eso genera con los clientes y las penalizaciones que les imponen por los retrasos.

Seguimos reclamando que los controles se realicen utilizando todos los medios humanos y de infraestructuras disponibles, esto es abriendo todas las cabinas de paso y utilizando las campas disponibles en el lado francés para sacar allí los vehículos que se quieran inspeccionar. Es intolerable que un sector estratégico de nuestra economía como es el transporte sea maltratado de esta manera, por no utilizar todos los medios. Fitrans ha expuesto el tema en el Comité Nacional de Transporte, con carácter de urgencia, porque se está produciendo una flagrante discriminación por parte de la Administración francesa, saltándose a la torera el Tratado de Schengen.