“La tecnología existente no cubre como debiera la última milla, porque los vehículos ligeros, al igual que ocurre con los pesados, deben estar sometidos a un estricto control de temperatura con independencia de que los medicamentos vayan alojados en paquetes a temperaturas inferiores”
Según destacan los expertos de Atlantis Global System (AGS), proveedor líder en soluciones telemáticas de gestión y control de cámaras y vehículos frigoríficos, la campaña de vacunación prevista en 2021 va a suponer un antes y un después para la logística capilar y la cadena de frío de nuestro país. “Las estrictas condiciones en las que se tendrá que transportar la mercancía y los miles de puntos de entrega previstos no podrán dejar nada al azar”, explica Rafael del Pino, CEO de AGS.
Esa es la gran pregunta: ¿está preparado el transporte español para llevar la vacuna a todos los rincones del país garantizando en todo momento la cadena de frío requerida? Porque esta cadena no sólo ha de garantizarse en el transporte de larga distancia, como es habitual en la actualidad, sino también en la distribución capilar (o, como se denomina generalmente, la “última milla”). “En la mayoría de los casos,los vehículos, sencillamente, no cuentan con la tecnología necesaria para garantizar un total control”,señala Del Pino.
La cadena de frío: un reto de primer orden
El reciente ejemplo de Granada, donde, debido a un fallo en la cadena de frío se vieron afectadas más de 15.000 dosis de la vacuna de la gripe, revela la magnitud de la problemática del transporte de este tipo de mercancías. España cuenta desde hace años con una amplia flota de vehículos frigoríficos pesados (de hecho, es una de las más grandes de Europa, rondando las 100.000 unidades) equipados con termógrafos que permiten medir las temperaturas de la mercancía, bien al final del trayecto –la mayoría– o bien en tiempo real durante todo el viaje –las más avanzadas–.
“Pero esto no es así en el caso del transporte capilar”, explica Rafael del Pino. “La tecnología existente no cubre como debiera la última milla, porque los vehículos ligeros, al igual que ocurre con los pesados, deben estar sometidos a un estricto control de temperatura con independencia de que los medicamentos vayan alojados en paquetes a temperaturas inferiores”.
En la actualidad, los termógrafos son una solución cara, compleja de instalar, que suele colocarse en una de las paredes del vehículo. Pero, una vez que las vacunas llegan a los centros de distribución, a partir de ahí el transporte se realiza en vehículos ligeros como furgonetas con neveras isotérmicas. En ese caso, lo importante no es la temperatura de la cabina, sino la temperatura de la mercancía.
“El transporte de material sanitario requiere de soluciones compactas que puedan utilizarse tanto para el control de la temperatura del vehículo como de la de la mercancía”, explica Rafael del Pino. “Esto es algo que no se ha visto hasta ahora en el mercado, pero es una tecnología que ya está lista y que verá la luz al inicio de 2021”.
Los expertos de AGS destacan que el transporte de última milla necesita apoyarse en este tipo de tecnología para poder responder a las exigencias del mercado: “Disponer de dispositivos del tamaño de un simple paquete de pañuelos de papel, que puedan colocar en la propia nevera, o en cualquier otro lugar dentro del vehículo para dar seguimiento instantáneo a las temperaturas y que cumpla además con la normativa más reciente, tanto a nivel europeo (UNE-EN 12830:2019) como a nivel nacional (Orden ICT 155/2020). Esto marcará sin duda la diferencia”, concluye del Pino.
AGS cuenta con la credencial de ser una empresa tecnológica con una larga experiencia en el mercado de la cadena de frío y que presentó hace ya una década el primer termógrafo del mercado que permitía controlar la temperatura de los productos transportados o almacenados en tiempo real. En la actualidad, la compañía se dispone a lanzar nuevas soluciones al mercado con el bagaje de haber instalado ya miles de dispositivos en las empresas más importantes del sector alimentario y siendo ahora el sector sanitario el que se prevé incremente su uso.
