Este avance tecnológico podría ahorrar a los empresarios pérdidas por partidas de fruta que se estropean por exceso de calor o frío durante el transporte en camiones. "Está formado por dos superficies con dos discos de aluminio, uno calentado por resistencia y el otro no", explica Alain Baille. "El sensor -prosigue el investigador- es capaz de darnos la temperatura y la velocidad del aire, permitiendo al conductor del camión monitorizar en todo momento las condiciones en las que se encuentra la carga".
Así, este novedoso dispositivo mide con gran precisión las variables de temperatura y velocidad del aire, que tienen una importante repercusión en la conservación de vegetales o la salud de los animales. Según relata Baille, el manejo del dispositivo no sería complicado para el conductor, ya que se podría instalar "un chip inteligente a través del cual se obtuviera un aviso acústico o visual del diagnóstico", en modo similar a otros sistemas electrónicos de un vehículo industrial destinado al transporte frigorífico.
El sensor, que ha sido probado inicialmente en un invernadero de la Finca Experimental Agroalimentaria Tomás Ferro (en La Palma) y ahora aplicarán en contenedores de mercancías en la Universidad Politécnica de Madrid, tiene entre sus múltiples ventajas un bajo coste de fabricación. "A la hora de idear el dispositivo hemos tenido en cuenta el reducir al máximo el coste de fabricación. Los materiales empleados rondan los 40 euros, y con el montaje completo ascendería a unos 60", explica Baille. Ahora bien, el investigador advierte que "para obtener el precio de comercialización habría que multiplicar esta cifra por tres o cuatro; en total serían unos 200 euros". Aún así, Alain Baille considera el dispositivo una inversión "ventajosa" para los transportistas.
Patentado
El Grupo de Ingeniería Agroforestal de la Universidad Politécnica de Cartagena, encabezado por Alain Baille y Bernardo Martín ya ha procedido a depositar la patente de este revolucionario sensor aplicable tanto al transporte como a otros sectores como el de los invernaderos.
Por el momento no se ha emprendido acción alguna destinada a su comercialización, aunque la Universidad Politécnica de Cartagena sí mantiene contactos con algunas empresas de invernaderos.
