Los vehículos comerciales e industriales son segmentos que se están viendo muy afectados por la crisis económica actual. En el mes de octubre registraron descensos, en algunos casos, superiores al 50% en sus matriculaciones, acumulando ya caídas superiores al 25% en lo que llevamos de año. Para 2009 se espera un recorte adicional de la demanda de este tipo de vehículos, según el comunicado emitido por Anfac, sobre todo porque los pedidos se encuentran, en estos momentos, en mínimos históricos.
Este fuerte retraimiento en las compras de vehículos industriales (de más de 3,5 Tn) en lo que llevamos de año, está motivado por la falta de confianza de las pequeñas y medianas empresas y autónomos, especialmente en el sector del transporte, y la fuerte restricción de los créditos. En este sentido, Anfac considera que "se ha dejado pasar una oportunidad, al no incluir este tipo de vehículos en la reforma del Plan VIVE, aún a pesar de haberlo solicitado", aunque sí se han tenido en cuenta los comerciales, de menos de 3,5 Tn.
Del lado de la producción, las cosas para los vehículos comerciales e industriales no van mejor, con descensos en algunos segmentos por encima del 50% en el mes de octubre. La totalidad de las factorías que fabrican este tipo de vehículos en España se encuentran afectadas por Expedientes de Regulación de Empleo temporales.
Una necesidad
Por ello, Anfac considera "necesario un plan específico para vehículos comerciales e industriales, que incluya ayudas a la renovación del parque y facilite a las pymes y autónomos, el acceso a la financiación". Por ello, la Organización solicitará al Ministerio de Industria medidas concretas para reactivar su demanda, en el nuevo Plan Integral de Automoción presentado hace unos días por el ministro, Miguel Sebastián.
Según Anfac, "la renovación de estos vehículos se está frenando de manera importante, incrementando la antigüedad de un parque que ya es uno de los más antiguos de Europa. Ello redundará de forma negativa en términos de eficiencia energética, medioambiental y de seguridad vial en nuestras carreteras. La renovación de este tipo de vehículos conseguiría poner en circulación vehículos con elementos de seguridad activa y pasiva de los que carecen los vehículos que se achatarrarían (por ejemplo, el tacógrafo digital). También se conseguirá reducir su impacto medioambiental, pues la mayoría de estos vehículos nuevos cumplen ya con la normativa Euro V, aunque todavía no sea obligatorio su cumplimiento".
