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La OCU denuncia la necesidad de realizar un mayor control en las mezclas de biodiesel en las gasolineras

De 20 muestras analizadas, cinco presentaban un porcentaje menor al anunciado y otra uno mucho mayor

miércoles 25 de febrero de 2009, 01:00h

Tras analizar 20 muestras de biodiésel B30, y comprobar que los porcentajes de mezcla no siempre coinciden con lo anunciado, la OCU exige un mayor control en las mezclas de biodiésel de las estaciones de servicio, tal y como recoge un comunicado emitido ayer por la Organización de Consumidores.

La OCU ha realizado un análisis en 20 estaciones de servicio por toda España en las que se puede repostar biodiésel B30 (30% biodiésel, 70% gasóleo) para conocer la calidad de estas mezclas, compararla con la del gasóleo A y averiguar el impacto de este nuevo carburante en el motor del vehículo. Dos de las 20 mezclas analizadas han presentado cantidades de biodiésel muy pequeñas (4%). Los resultados íntegros de este estudio se publicarn en la revista OCU-Compra Maestra correspondiente al mes de marzo.

El estudio de la OCU también ha comprobado si la cantidad servida en la estación de servicio coincide con la cobrada. En todos los casos analizados, los surtidores fueron exactos. La OCU ha querido averiguar, principalmente, si las mezclas contienen realmente el porcentaje de biodiésel que anuncian, y el resultado es que cinco de las 20 mezclas analizadas se encuentran por debajo del porcentaje que anuncian. Por el contrario, la OCU ha encontrado una mezcla que supera ampliamente el porcentaje y que, por tanto, no debería de anunciarse como B30.

Diferentes prestaciones

El estudio de la OCU determina que los conductores que utilicen este tipo de combustible pueden tener algunos problemas en sus vehículos: uno de ellos es el arranque en frío, ya que los B30 obtienen peores resultados en el Punto de obstrucción del filtro frío (POFF) que los gasóleos convencionales. Además, al ser mezclas bastante densas, los sistemas de bombeo e inyección del motor pueden sufrir un desgaste más rápido. Las altas cantidades de agua encontradas, aunque permitidas por la legislación, pueden acarrear problemas de corrosión en el motor. Algunos fabricantes de coches deniegan la cobertura en caso de avería porque no dan garantía para el uso de biodiésel, ya sea puro o mezclado con gasóleo.

Además, la OCU considera que la demanda de cultivos para biodiésel puede afectar a los precios de los alimentos para el consumo humano y dar lugar, en última instancia a conflictos sociales, como ocurrió en México donde el precio del maíz subió un 75%.

Para finalizar, la OCU considera que la introducción de biocarburantes debe realizarse teniendo en cuenta las diferentes características físico-químicas del biodiésel respecto del gasóleo. Para lograrlo, es necesario reformar la normativa que rige la calidad de las mezclas (hasta hoy asimila los mismos requerimientos a las mezclas que a los gasóleos), para direccionar a todos los agentes implicados (fabricantes de coches, usuarios, etc) hacia un nuevo producto con unos parámetros de calidad satisfactorios para todas las partes. De este modo, se podrá velar por el cumplimiento de una garantía que satisfaga a los consumidores.