El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) está estudiando muy seriamente la posibilidad de habilitar de forma permanente un carril exclusivo para el uso del transporte público en la carretera C-31 (autovía de Castelldefels), según declaraciones recientes de su director, Josep Pérez Moya.
Pérez Moya ha manifestado que son los propios alcaldes de la comarca del Baix Llobregat y, muy especialmente, la Entidad Metropolitana del Transporte (EMT), los principales afectados por los cortes en el servicio de cercanías que se sufre desde el pasado día 20, quienes han planteado esta propuesta al SCT, a la vista de los buenos resultados obtenidos en las últimas semanas con esta medida, necesarias tras el corte de las líneas C-7, C-10 y C-2 sur de Cercanías.
La suspensión del servicio en estas líneas obligó a Renfe a establecer un dispositivo alternativo de transporte por carretera que, en virtud de su mejor servicio, conllevó a la habilitación de uno de los dos carriles de la autovía C-31 para uso exclusivo de los autobuses de pasajeros.
Controversia positiva
A pesar de que la medida generó controversia, al implicar colapsos viarios en la mencionada vía rápida (el tráfico de utilitarios quedó reducido a un único carril), el resultado ha sido satisfactorio, o al menos lo suficiente para que se estudie esta alternativa.
"Se ha demostrado que el carril bus funciona y que es una buena manera de dar prioridad al transporte público", recalca Pérez Moya, quien añade que la experiencia ha abierto el debate sobre la necesidad de poner en marcha un carril para vehículos de pasajeros en el área del Baix Llobregat. "Esta experiencia ha servido para desarrollar una propuesta que en definitiva demuestra que priorizando el transporte público miles de ciudadanos se pueden ver beneficiados".
Desde el pasado sábado, la línea C-2 ha recuperado la normalidad de su servicio, y poco a poco lo irán haciendo el resto de trayectos afectados.
