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Los fabricantes europeos de Acea critican el acuerdo de libre comercio alcanzado con Corea del Sur

Instan a los países miembros de la UE a rechazar el tratado, porque genera cierta competencia desleal

lunes 19 de octubre de 2009, 01:00h

La Unión Europea acaba de rubricar el Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur que venía negociando desde hacía meses, y que supondrá un incentivo para la exportación e importación de vehículos. La industria fabricante europea, por su parte, no está nada contenta con el acuerdo.

"Somos conscientes de las preocupaciones de los fabricantes europeos de coches", ha explicado la comisaria de Comercio, Catherine Ashton, saliendo al paso de la reacción publicada por Acea, la patronal europea de fabricantes, quien denuncia que el tratado atenta contra sus intereses y contra los de sus trabajadores. Para intentar paliar esta situación, la UE ha garantizado que velará por el equilibrio entre las exportaciones e importaciones de vehículos, para lo que se han incorporado al texto dos cláusulas en esta dirección. El acuerdo implica la supresión durante tres años de los aranceles a los vehículos con motores de más de 1,5 litros, mientras que los que gravan a los de menor cilindrada se suprimirán en cinco años.

A pesar de esta declaración, los fabricantes denuncian el tratado porque conlleva una competencia desleal y atenta contra sus intereses. "Nosotros solicitamos a los Estados miembros de la UE que no ratifiquen el texto actual. Las preocupaciones que muchos de ellos se han expresado con anterioridad, y que fueron defendidas ante el Parlamento Europeo, asó como las de distintos comisarios, empresas y organizaciones, no han sido atendidas", declara el secretario general de Acea, Ivan Hodac.

Doble ventaja

"Los negociadores coreanos no sólo han obtenido un acceso sin restricciones a un mercado de más de 500 millones de personas, sino que, además, la Comisión Europea ha permitido a Corea del Sur la exportación subvencionada hacia la UE de sus principales productos. Esto constituye una competencia desleal, y nos conduce a una distorsión económica", añadió Hodac.

Una de las mayores fuentes de discordia se mantiene en el denominado Duty Drawback, que permite a los fabricantes coreanos reclamar los impuestos pagados sobre la importación procedente de sus países vecinos (con costes mucho más bajos, como China) incluso después de la eliminación de las tasas de la UE. "Esto es un precedente para otros socios comerciales de la Unión, tanto antiguos como nuevos, para tratar de obtener los mismos beneficios. Tenemos una presión adicional sobre la economía europea", concluyó Hodac, recordando que las medidas de salvaguarda que intentará imponer Europa serán muy difíciles de llevar a efecto.