El pasado viernes se presentaron en Madrid las conclusiones de ambos informes. Durante el evento, la secretaria ejecutiva de UPTA, María José Landaburu, afirmó que "los autónomos tienen ahora voz y voto para participar en sus propios análisis, y esta tarea constituye un paso adelante en el desarrollo del Estatuto del Trabajador Autónomo. A pesar de los esfuerzos que todos estamos realizando, las cifras de siniestralidad en este colectivo, aunque están descendiendo, son todavía inadmisibles".
El estudio correspondiente al transporte ha sido elaborado por el Ministerio y ATA (mientras que UPTA se encargó del referente a la construcción). El presidente de la asociación, Lorenzo Amor, dejó claro en su intervención que "tanto el transporte como la construcción son los dos sectores con mayor siniestralidad, porque contratan mayor número de autónomos y por los riesgos propios que conlleva su actividad".
Datos significativos
Entre los datos aportados por el presidente de ATA, destaca que el 97% de los autónomos del transporte no realiza ninguna actividad preventiva ni ha recibido información sobre los riesgos a los que se expone durante su actividad laboral. Sólo el 30% de los transportistas autónomos se somete a reconocimientos médicos vinculados a su actividad, pero como positivo se indica que el 84% reconoce practicar pequeños descansos durante su jornada laboral.
En cuanto a la siniestralidad, el informe refleja que el 34% de los encuestados, alrededor de 2.000 autónomos, ha padecido alguna enfermedad profesional o accidente de trabajo, causados sobre todo por las largas jornadas y la velocidad en la conducción. Además, el 95% de los autónomos no cotiza por riesgos en el trabajo, "por lo que es importante el hecho de que el Estatuto obligue a esta cotización", según Lorenzo Amor. La necesidad de informar a un colectivo "individual y disperso", señala el presidente, acompañada de formación y sensibilización, son las claves para el futuro.
Por su parte, el secretario general de Empleo, Antonio González, destacó que hay que seguir trabajando, aunque las cifras de siniestros con mortalidad "han descendido un 16% en todos los sectores, y se encuentran en los niveles más bajos desde el año 1984".
