Estos datos no hacen más que justificar la reacción de las organizaciones de padres que, más aún tras conocer el caso de la Pobla de Vallbona -hace escasas jornadas-, donde un conductor de autobús escolar fue detenido por sextuplicar la tasa de alcoholemia cuando se encontraba de servicio, solicitan a la Administración que incremente y extreme las medidas de seguridad, los controles sobre los vehículos y las condiciones en las que éstos realizan el transporte.
Los alumnos que en la Comunitat Valenciana usan el autobús para ir a clase se aproximan a los 90.000. Según fuentes de la Conselleria de Educación, unos 50.000 niños y jóvenes van a clase diariamente con este medio de transporte que realiza 600 rutas, mientras que otros cerca de 40.000 alumnos de centros concertados acuden también en autobús a los centros escolares. A lo largo de 2007 la Guardia Civil de Tráfico tramitó un total de 409 denuncias a los conductores de transporte escolar en la Comunitat Valenciana, durante los 175 días lectivos. Más de la mitad de las denuncias se llevarona cabo por problemas en la documentación del vehículo, la hoja de ruta, las fechas de matriculación y las revisiones del tacógrafo, entre otras cuestiones. El segundo bloque importante de estas denuncias corresponden a incumplimientos del Real Decreto 443 que hace referencia al control de apertura y cerrado de puertas, dispositivo luminoso de emergencias, dispositivo acústico de señalización de la marcha atrás o la ausencia del número de acompañantes estipulado.
Plan para reforzar el control
La Conselleria de Educación prepara, junto con la de Infraestructuras y Transportes, un plan detallado para reforzar el control de las medidas de seguridad existentes en el sector del transporte escolar. El futuro plan de seguridad contará con un riguroso y sistemático procedimiento para que diariamente haya una estricta vigilancia sobre el servicio que se presta para transportar a los escolares a sus centros educativos. Los datos que maneja la Conselleria de Transportes indican que la flota de autocares que realizan las rutas escolares en la Comunitat Valenciana tiene una antigüedad inferior a los 16 años que marca la nueva legislación. Ello supone que estos autobuses cumplen ya con una normativa que todavía no se ha puesto en marcha, pero que comezará a aplicarse antes del mes de julio.
En tanto, Educación ha solicitado al delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, "colaboración para que los agentes de tráfico refuercen el control", ya que la Generalitat no tiene competencias en materia de Seguridad Vial. La Conselleria también solicita que se les facilite información "referente a las infracciones que realicen las empresas que prestan el transporte de los escolares".
