El objetivo de la nueva norma es facilitar la persecución de las infracciones del Código de la Circulación cometidas en países de la Unión Europea distintos del de matriculación del vehículo. Dichas infracciones en la mayoría de los casos quedan impunes, debido a la falta de instrumentos administrativos que permitan determinar la identidad del conductor. Entre los objetivos de la medida destaca el de crear una red europea de intercambio electrónico de datos que permitiría enviar las multas fuera del territorio donde se ha cometido la infracción.
Además de mejorar la seguridad y lograr un cambio positivo de comportamiento de los conductores, fuentes de la Comisión estiman que pondrá fin a la diferencia de trato que suele existir entre estas dos categorías de usuarios de la carretera.
