Mientras que la EMT madrileña mantiene su calendario de paros para el mes de abril, al no haber alcanzado aún un acuerdo que satisfaga a los trabajadores -se ha hablado de avances en las negociaciones, pero no significativos-, la asamblea de conductores de Transportes Metropolitanos de Barcelona, que viene arrastrando movilizaciones desde diciembre, ha rechazado la última oferta de la dirección de TMB y amenaza con convertir la huelga indefinida a partir del 15 de abril, de no existir avances en la mesa de negociaciones.
En Sevilla la situación se ha agravado por una huelga convocada por la apertura de expedientes a ocho empleados presuntamente implicados en los destrozos a vehículos en el paro de mayo de 2007. De este modo, para la semana de la Feria de Abril los servicios mínimos se reducirán al 25%, salvo en las líneas C1, C2, seis y 41, que mantendrán la actividad al 50%. De nada han servido los llamados del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, que apeló a la conciencia cívica de los huelguitas para poner fin al paro de Tussam, recordando que la empresa "es de los sevillanos y no de los sindicatos ni de los directivos, ni siquiera del gobierno de la ciudad".
Por su parte, el comité de empresa de la EMT de Valencia ha aprobado hace pocos días 17 nuevos paros parciales en franjas de 3 horas y cinco más de 24 horas, que se llevarán a cabo durante los meses de abril, mayo, junio y agosto. Al cierre de esta edición se esperaba que dichos paros fueran ratificados por los trabajadores.
Preacuerdo en Cádiz
Sólo en Cádiz parece atisbarse una solución: trabajadores y empresa se han reunido para elaborar una especie de convenio previo, que se espera que esté listo en un par de semanas. Dado que la mayoría de la plantilla consideró "bueno" dicho preacuerdo, después de conocer la última oferta de la empresa, que incluía "mejoras sociales, laborales y económicas", se han desconvocado las medidas de presión, a fin de "transmitir tranquilidad a los usuarios".
