El sistema, ideado en el marco de la cátedra impartida en la UPC, facilita a autocares y camiones las tareas de adelantar y cambiar de carril. Consta de cuatro sensores de ultrasonidos, dos en cada lateral trasero del vehículo, que se ponen en marcha cuando el conductor activa la luz de giro, y le indican en su cuadro de mando si puede realizar la maniobra. Los sensores realizan un total de 10 lecturas por segundo hasta una distancia de seis metros, según ha explicado el responsable de proyectos de la cátedra Applus+, David Gallegos.
El sistema, bautizado como 'Avoidance Possibility Change of Lane Device' (Acol), reduce, según Gallegos, hasta un 15% el tiempo y el espacio necesario para llevar a cabo este tipo de maniobras, y puede hacer disminuir un 10% el número de accidentes en vehículos pesados. Según los expertos, el nuevo dispositivo va más allá de los sistemas que cubren los ángulos muertos porque informa de la distancia de los vehículos que circulan detrás y "ayuda a realizar las maniobras". Su objetivo fundamental es evitar solapamientos en un carril y que las maniobras se realicen ocupando el carril de adelantamiento durante un periodo de tiempo excesivo.
Aviso de fin de maniobra
El responsable de proyectos ha destacado que el sistema Acol, que cuesta unos 150 euros con la instalación incluida, realiza "un cálculo de la distancia relativa" y da la opción al conductor de hacer o no la maniobra. Además, señala cuándo la acción está terminada. Por otro lado, Gallego ha advertido de que se ha detectado que la accidentalidad en los vehículos pesados "no desciende al mismo ritmo que la de los vehículos en general". Según datos de la DGT, la siniestralidad en las carreteras españolas bajó un 32% entre el 2003 y el 2007, cuando en este tipo de vehículos sólo se redujo un 9%. En 2007, fallecieron 83 conductores de vehículos industriales, 71 de camión y 12 de autobús, por lo que, desde la cátedra Applus+, consideran "necesaria la implementación de nuevos sistemas de seguridad" para los industriales. En Cataluña los accidentes relacionados con vehículos pesados representaron en 2006 un 13,2% del total de accidentes con víctimas mortales en carretera, según datos del Servei Català de Trànsit (SCT).
