Era el gran día de la familia De Castro. Se notaba en el ambiente nada más llegar a las inmediaciones del Teatro Jacinto Benavente de Galapagar (Madrid), donde la empresa radica su sede. En el exterior, uno de los últimos vehículos incorporados a la flota de la compañía descansaba junto con uno de los primeros que, a mediados del siglo pasado, prestaban servicio entre la localidad y Galapagar.
Muchas caras conocidas, del pasado y presente del Sector, del asociacionismo, de los fabricantes, carroceros e incluso empresarios, dejando a un lado la competencia por un día y mostrando su amistad de tantos años. Y una muy amplia representación de las 120 personas que componen la plantilla de Julián de Castro, en representación de unos trabajadores que estuvieron presentes durante todo el evento.
El acto, que estuvo amenizado por diversos vídeos recopilatorios, ya que "100 años de historia dan para muchas historias", como se dijo, comenzó con la intervención del alcalde de Galapagar, Daniel Pérez, quien revivió las veces que, durante su infancia y adolescencia, utilizó los servicios de Julián de Castro, añadiendo el orgullo que le produce que una empresa del pueblo cumpla 100 años siendo fiel a sus principios.
Principios y generosidad
El consejero delegado de la compañía giró su discurso sobre este aspecto, sobre la obligación en que se siente "de mantener vivo el legado que nos dejaron mis abuelos y mis padres, que entiendo como un préstamo que nosotros, mis hermanos y yo, tenemos que dejar a nuestros hijos en las mismas condiciones o mejor. Pero no a cualquier precio. Si para ello tenemos que traicionar los valores que nos inculcaron, el servicio al cliente y la cercanía con el trabajador, es mejor no hacer nada: no valdría la pena".
Julián de Castro abogó al carácter familiar de su empresa, que se mantiene desde siempre, a la generosidad con la que debe proceder, al cuidado a los trabajadores y al usuario, porque ese es el secreto del éxito y lo que hace posible que se hayan cumplido los primeros 100 años.
Tras sendas entregas de placas conmemotarivas del acto, de la empresa a su conductor con mayor edad (ya jubilado), y de los trabajadores para con la empresa, por medio del Comité de Empresa, que pronunció un discurso más desde la óptica de un hijo que de un empleado, se procedió a las intervenciones de las Administraciones.
Pablo Cavero, consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, destacó la calidad del servicio que presta Julián de Castro, agradeciendo el cuidado que tienen con sus viajeros y "la máxima colaboración que siempre ha demostrado con el Consorcio".
Por su parte, la ministra de Fomento, Ana Pastor, clausuró el acto mencionando la trayectoria de la empresa, su honorabilidad en todo momento, la evolución que ha mantenido con los tiempos para mantenerse siempre en vanguardia, la solidez demostrada al anteponer siempre sus principios y el valor añadido que ha sabido imprimir al transporte en favor de sus viajeros.
