Durante su intervención, García Cumplido mencionó las diferentes problemáticas o aspectos relacionados con el sector que inciden negativamente en la seguridad viaria. Comenzó explicando que los elevados costes de los peajes, hacen que gran parte de los camiones, usen en muchos casos vías secundarias alternativas a las autopistas, menos seguras que estas últimas, sin dotación de áreas de descanso y servicios, incrementándose de manera importante los riesgos en las carreteras convencionales de Galicia, tanto para los propios camiones como para los otros usuarios de las vías.
Asimismo, recalcó que en la mayoría de las vías de la Comunidad de Galicia, faltan áreas de descanso y servicios, pues la red convencional no incorpora en su planificación y diseño las necesarias áreas para descanso para los conductores, especialmente de los transportistas profesionales, dificultando los necesarios descansos para garantizar la capacidad y de atención de los conductores, lo cual es fundamental si consideramos que la falta de atención es la causa más frecuente de los accidentes de este tipo de vehículos.
Otros de los problemas expuestos por Fegatramer es la falta de aparcamientos para camiones en las ciudades y polígonos industrias de Galicia. “Los camiones son los grandes olvidados en los proyectos urbanísticos de ciudades y polígonos, lo cual es luego causa de conflictos para su estacionamiento, ademáis de generar también problemas de seguridad vial y de seguridad personal para los propios conductores profesionales que son víctimas de robos y agresiones y para las empresas de transporte que sufren robos de merca dorias y de los propios camiones”, expuso la federación.
Crisis económica y ‘rumanización’
Para Fegatramer, la recesión económica que sufre la economía en estos últimos años provocó una importante caída de la demanda y una fuerte bajada de los servicios de transporte y de sus precios. Asimismo, la crisis, junto a la falta de crédito y la escalada de los precios de los combustibles, “provocó un rápido y progresivo y envejecimiento de la flota que pasó de una antigüedad media desde 2005 a 2013 en vehículos pesados: vehículos rígidos de 6 a 11 años, y en las cabezas tractoras de 5- 8 años, y en los ligeros de 7,4 a 9,5 años”.
Otro de los problemas expuestos es la falta de una priorización de los esfuerzos de la Inspección del Transporte en Galicia sobre el control de los grandes infractores, y la falta de una voluntad clara de inmovilizar este tipo de vehículos, precintados de manera efectiva por una parte, y una aplicación de manera rigurosa del requisito de capacidad económica y honorabilidad para el ejercicio de la actividad, como prevé la ley.
Finalmente, Fegatramer expuso la problemática que trae condsigo la proliferación de la “rumanización del transporte”, un término que explica que muchas empresas se instalan en Rumania u otros países del este de la UE y que hacen transporte internacional y de cabotaje en los países de la Unión Europea, “buscando beneficios amparados en las fuertes diferencias entre las obligaciones sociales y fiscales entre estos países de la UE, lo que favorece la competencia “brutal” entre las empresas, y que ello se haga mermando las condiciones de trabajo, las condiciones de salud y descanso de los conductores y que al final también repercute negativamente la seguridad vial”. “Las empresas españolas no son capaces de competir, y los autónomos lo hacen adaptándose a estas negativas condiciones, “rumanizándose”, dejando de dormir en un hostal, para dormir en la cabina, o dejando de comer en un restaurante, para comer en la acera lo que se lleve hecho”.
Al respecto, Fegatramer señaló que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, además de inspeccionar los camiones en relación que normativa de transportes y tráfico, deberían controlar las condiciones laborales de los conductores de estas empresas extranjeras, porque su situación supone un enorme riesgo para la seguridad de la vías públicas, además de favorecer el “dumping empresarial” en el sector del transporte de mercancías por carretera en nuestro país.
Finalmente, la federación recalcó que la falta de vías de alta capacidad alternativas a las autopistas en Galicia, (Coruña-Santiago, Pontevedra-Vigo, Santiago-Ourense), y los altos peajes de las mismas, han aumentado en los últimos años la inseguridad y accidentes en las vías secundarias.
