La reunión, en la que tomaron parte más de 50 personas, sirvió para que las tres compañías expusieran sus diferentes modos de hacer una logística más rentable en términos económicos, sociales y ecológicos.
Las diferentes sesiones cumplieron con el doble objetivo de acercar posiciones entre los ámbitos académico, investigador y empresarial mediante tres sesiones de debate y, en segundo lugar, diseccionar los métodos de buenas prácticas desarrollados por Ikea, Baxter y Wincanton Health and Safety.
Ikea reflejó una acción logística emprendida en Polonia, donde en los últimos años ha apostado por el transporte sostenible que fomenta el uso del tren por encima de la carretera y además potencia la integración y cooperación con sus proveedores, en su mayoría pymes. El resultado de este esfuerzo de tipo ecológico-social ha sido un aumento de las ventas, debido a la reducción del tiempo de servicio y de costes gracias a la consolidación de las cargas.
La acción emprendida por la empresa de productos farmacéuticos Baxter en Holanda surgió para dar respuesta a una falta de confianza en aspectos como el tiempo de entrega y la cantidad de mercancía recibida. Habitualmente, la carga llegaba al puerto de Rotterdam y se distribuía por carretera, hasta que se procedió al aprovechamiento de los canales para la distribución y se observó que eran más rápidos, podían dar un servicio 24 horas, reducían los costes en un 40% respecto del anterior sistema y eran más sostenibles, ya que utilizaban un 20% menos de combustible.
El último caso expuesto fue el de Wincanton Health and Safety, empresa proveedora de soluciones logísticas en el ámbito europeo. La idea surgió con el objetivo de aumentar sus cotas de responsabilidad social. La buena práctica logística desarrollada fue minimizar el índice de accidentes mediante el desarrollo de estándares que garantizaran la seguridad en la conducción y en los almacenes.
Absorber una buena práctica logística
Por otra parte, las técnicos de Itene, Sonia Guerola y Patricia Bellver, plantearon una de las sesiones orientada a la definición de factores que posibilitan la transferencia de buenas prácticas entre empresas. Se cuestionó cómo la tecnología, la formación del personal, la estrategia empresarial y la existencia de estándares pueden ayudar a reducir las diferencias que hay entre las empresas a la hora de absorber una buena práctica en cuanto a costes de implantación, tamaño de la empresa, diferencia cultural y barreras idiomáticas, etc.
