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Bruselas obligará a los Estados miembros a garantizar infraestructuras de recarga de combustibles alternativos

La Comisión Europea establace así la instalación de estos puntos con normas comunes en su uso y diseño

miércoles 15 de octubre de 2014, 02:00h

La Unión Europea aprobó en el pasado Consejo de ministros de Asuntos Generales una nueva Directiva que pretende impulsar el uso de los combustibles limpios, obligando a cada Estado miembro a elaborar una estrategia alternativa y a presentarla ante la Comisión a finales del año 2016.

El comisario de Transportes de la UE, Siim Kallas
El comisario de Transportes de la UE, Siim Kallas

Dos años. Es el tiempo que Bruselas le ha dado a los 28 para que elaboren una estrategia alternativa sobre combustibles. Una decisión aprobada en el último consejo de ministros de Asuntos Generales y que fijará, entre otras cosas, el establecimiento de nuevos puntos de recarga de combustibles limpios, como la electricidad o el hidrógeno, además de asegurar un paquete de medidas de apoyo para el desarrollo del sector.

"Los combustibles alternativos son la clave para mejorar la seguridad del abastecimiento energético, la reducción del impacto del transporte sobre el medio ambiente y el fomento de la competitividad de la UE", dijo el vicepresidente y comisario de Transportes de la Comisión Europea Siim Kallas. Medidas con las que la UE pretende dar una seguridad jurídica a las empresas y flexibilidad en el despliegue de éstas infraestructura a los Estados.

Los objetivos para el 2025

Entre las medidas de la nueva Directiva para el despliegue de la infraestructura de combustibles alternativos está el garantizar la instalación de puntos eléctricos de recarga de vehículos, estableciendo un mínimo de un punto de recarga por cada diez vehículos eléctricos. Por otra parte, la Directiva hace que sea obligatorio el uso de un enchufe común en toda la UE.

El gas tampoco se escapa de la estrategia comunitaria. Bruselas pretende que el gas natural licuado sustituya al diésel como combustible de camiones y barcos. Por eso, para el transporte por carretera, los Estados miembros tendrán que garantizar un número suficiente de puntos de repostaje de acceso público, con normas comunes, en la red básica de la RTE-T, cada 400 km, antes de 2025. La Directiva también requiere una cobertura mínima para garantizar la accesibilidad del gas natural licuado en los principales puertos marítimos y fluviales. Algo similar pasará con el gas natural compromido, garantizándose puntos de acceso público, normas comunes y una red cada 150 kilómetros.

Además, la Directiva exige dar una información clara a los consumidores sobre los combustibles que pueden ser utilizados por su vehículo, gracias a un etiquetado estandar en los manuales de los vehículos, en los concesionarios y en los puntos de recarga y recarga de combustible. También pretende proporcionar información concisa a los usuarios al comparar los precios de los combustibles alternativos con precios de los combustibles convencionales.