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La totalidad de la flota de Tussam dispondrá de sistema de pago sin contacto después del verano

miércoles 18 de junio de 2008, 01:00h

La empresa municipal de transportes de Sevilla (Tussam) prosigue con la implantación del pupitre o sistema de cancelación de tarjetas sin contacto en los 400 autobuses que conforman su flota, con la idea de que después del verano este dispositivo pueda ponerse en marcha. El dispositivo servirá para controlar a su vez la jornada laboral de los conductores.

Será en los meses de julio y agosto cuando el Consistorio aproveche para terminar de instalar este sistema en los 400 autobuses que a día de hoy componen la flota de Tussam, según publica el Diario de Sevilla. Las tarjetas comenzarán a repartirse una vez finalizada la implantación del sistema entre los propios conductores de Tussam, ya que éstos deberán rendir cuentas del inicio de su jornada laboral mediante la utilización de este mecanismo.

El proceso, que arrancó el pasado mes de enero, funciona por el momento en los autobuses del Consorcio Metropolitano desde principios de noviembre del pasado año. Así, el tranvía ligero Metrocentro, gestionado y explotado por Tussam, también se ha incluido en el proceso de implantación.

Ya el pasado 5 de noviembre se puso en marcha la segunda fase de implantación de este sistema en el Consorcio Metropolitano de Transportes, que extiende el uso de la tarjeta a todos los usuarios de estas líneas que no efectúan operaciones de transbordos con líneas urbanas de Tussam.

Durante el proceso de implantación, ambos sistemas de pago -bonobuses y tarjetas- convivirán para garantizar la correcta transición de los usuarios al nuevo título y la supresión definitiva de los bonobuses, que será comunicada con la debida antelación. El nuevo sistema será una tarjeta monedero, recargable desde cinco hasta 500 euros, que se configura por saltos, en función de las necesidades de movilidad de los usuarios.

El Consorcio destaca que se trata de un sistema "innovador" que permite descontar el precio del viaje de la tarjeta con sólo aproximarla al lector situado a la entrada del autobús, con lo que se mejorarán los tiempos de embarque y la velocidad comercial de los autobuses, al no ser necesario introducir la tarjeta en la canceladora para efectuar la transacción.