UGT ha solicitado formalmente ante la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social la creación de coeficientes reductores para rebajar la edad de jubilación de los conductores profesionales del sector de Transporte de mercancías por carretera.
Estos trabajadores están sometidos a un nivel de exigencia psicofísico excepcional en el desempeño de su trabajo, teniendo en cuenta los índices de penosidad, toxicidad, peligrosidad e insalubridad que presenta su actividad profesional.
Esta realidad está avalada por diferentes estudios llevados a cabo en el ámbito de la seguridad y salud laboral en el Transporte por carretera, los cuales llegan a la conclusión de que los conductores profesionales sufren importantes problemas relacionados con las condiciones de trabajo y el estilo de vida inducido por la propia profesión. Por citar algunos datos, está contrastado que muestran mayores tasas de mortalidad que la población general; mayores ingresos hospitalarios por patologías cardiovasculares e intersticiales crónicas; problemas musculares; evidencias epidemiológicas sobre la fatiga y las alteraciones del sueño en relación directa al nivel de accidentalidad en carretera.
Por último, hay que recalcar que el factor edad (especialmente a partir de los 55 años) incrementa una siniestralidad diferencial notable y condiciona el desempeño de la actividad de conductor en unos parámetros aceptables de seguridad, tanto para el propio conductor como, por extensión, para el resto de usuarios de la carretera.
Por tanto, la petición realizada por UGT se justifica por dos motivos: que es una actividad que significa una merma en la salud del trabajador y, como consecuencia, una reducción en su esperanza de vida y, asimismo, que la citada actividad tiene evidentes complicaciones para su realización a partir de determinado número de años.
En definitiva, desde UGT entienden que un conductor profesional entre 55 y 65 años de edad tiene más opciones de sufrir un accidente por causas achacables a la fatiga, en relación directa con la perdida de facultades físicas que genera el nivel de exigencia del puesto de trabajo. En esta ecuación (más edad, mayor incidencia de la fatiga, mayores posibilidades de sufrir y/o provocar un accidente) habría que eliminar el factor edad, anulando con ello los otros factores de riesgo.
