Las estimaciones municipales apuntan a que las obras del polígono podrían acabar hacia marzo y, a partir de entonces, construir los edificios llevará alrededor de seis meses, por lo que hacia junio podría comenzar la actividad mercantil. Mercamadrid contará así con 453.000 metros cuadrados más, un 25% extra de superficie que se sumará a los 1,7 millones actuales. Así, los mercados de pescado, fruta y carne incrementarán su superficie, y además se podrán crear nuevas áreas, así como un mercado de retornos, para que los camiones que vienen a traer mercancía aquí no se vuelvan de vacío a sus lugares de origen.
El área de mercancías ocupará 122.574 m2, con cuatro grandes parcelas de 16.000 metros cada una. El espacio reservado para las infraestructuras logísticas superará los 52.5000 m2, mientras que otros 2.750 se reservarán para equipamientos básicos y otros 62.000, para la red viaria.
Según el alcalde, "actualmente, y después de 25 años de funcionamiento, a este polígono acceden diariamente 18.000 compradores". Además, "Mercamadrid emplea, directa o indirectamente, a 38.000 personas, comercializa más de dos millones de toneladas de productos por un valor de 3.250 millones de euros, acoge más de 700 empresas y satisface las necesidades de un área de influencia de 400 kilómetros", añadió.
Para Ruíz-Gallardón, "el crecimiento de Mercamadrid refuerza la condición de la metrópoli de punto de intercambio de todo tipo de productos, siendo a su vez un reflejo de la apuesta del Ayuntamiento por el pequeño comercio de proximidad, que vive del apoyo logístico que le presta este polígono". El primer edil garantizó que la ampliación "no se ralentizará con la crisis", ya que "convertir a Madrid en la capital logística del sur de Europa es un objetivo ambicioso al que muchas otras ciudades podrían llegar, y que se conseguirá gracias a la inversión municipal".
