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El ‘Balance económico, fiscal, social y medioambiental del Sector’ muestra distorsión en la competencia entre modos

El perjuicio de la carretera frente a los otros modos de transporte -ferrocarril, marítimo y aéreo- se hace evidente en el estudio

miércoles 16 de julio de 2008, 01:00h

La elevada fiscalidad específica a la que se encuentra sometido en España el transporte por carretera en general, y el de mercancías en particular, es la principal conclusión del estudio ‘Balance económico: Fiscal, Social y Medioambiental del Sector Transporte de Mercancías en España’.

"Dicha fiscalidad no deja de ser una tarifa implícita, que no debe ignorarse a la hora de plantear posibles sistemas tarifarios, como ha sucedido en anteriores ocasiones en las que el único criterio tomado en consideración ha sido el coste externo ocasionado", analiza el documento.

Como hechos más relevantes se mencionan los siguientes:

- Aproximadamente la mitad del precio que se paga por el combustible está constituido por los impuestos al carburante. La totalidad de su recaudación supone para las arcas públicas unos 14.000 millones de euros anuales. Además, existen otros dos impuestos específicos del transporte por carretera: el lVTM y el IEDMT, más conocido como impuesto de matriculación. La recaudación anual consolidada de cada uno de ellos se sitúa cerca de 2.000 millones de euros.
- Otras aportaciones, como las tasas (ITV, revisión del tacógrafo y autorizaciones) y los peajes suponen, en su conjunto, aproximadamente 2.500 millones de euros.
- Sumando todos estos conceptos se tiene que la aportación específica de la carretera se sitúa por encima de 20.000 millones de euros.

En cuanto a los distintos tipos de vehículos, los camiones son los más gravados.

Por otro lado, independientemente de que la fiscalidad específica de la carretera, o, concretamente, del camión, sea elevada, constituye un hecho diferencial la circunstancia de que , el resto de modos soporte una fiscalidad específica mucho más reducida, que se traduce en:
- El transporte por ferrocarril, marítimo y aéreo no paga impuestos específicos al carburante por el combustible consumido.
- Las importantes subvenciones (aproximadamente 700 millones de euros) que recibe ferrocarril distorsionan la competencia entre modos.

Menos dinero invertido, mayor aprovechamiento

A la hora de relacionar entre sí fiscalidad o aportación, costes, inversión, etc., se destaca que el modo en el que más ha crecido la inversión en los últimos años es el ferrocarril, previéndose una inversión para 2015-2020 de más de 100.000 millones de euros (42% de la inversión total en infraestructuras). Es el modo en el que el ratio inversión anual / tráfico anual es más elevado, siendo 19 veces superior al de la carretera, modo en que dicho ratio es menor. Es decir, con menos dinero invertido la carretera consigue un mayor aprovechamiento.

La carretera es el modo en el que la aportación específica (impuestos + tasas + cánones + peajes - subvenciones) es más elevada, estando por encima de los 20.000 millones de euros al año. El ferrocarril, sin embargo, no aporta, sino que recibe anualmente 560 millones de euros, por las importantes subvenciones que recibe . Anualmente, la aportación específica de la carretera es 2,5 veces mayor que lo invertido en ella. Los modos marítimo y aéreo se encuentran cerca del equilibrio entre aportación e inversión.