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Un informe estima que las políticas de biocombustibles de los países de la UE son 'costosas e ineficaces'

El estudio constata que tienen un impacto limitado en la reducción de gases de efecto invernadero

viernes 01 de agosto de 2008, 01:00h

El apoyo a la producción de biocombustibles de los gobiernos de los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre los que se encuentran los países de la Unión Europea, resulta costoso e ineficaz, según un estudio elaborado por esta misma organización.

El informe concluye que la producción de biocombustibles tiene un impacto limitado en  la reducción de gases de efecto invernadero y a la hora de mejorar la seguridad energética. También revela que, actualmente, los biocombustibles son muy dependientes de la financiación pública para ser viables. En la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá está previsto que la ayuda de los gobiernos para su suministro y uso alcance una cifra cercana a los 25.000 millones de dólares al año (unos 16.000 millones de euros) en 2015 en comparación con los 11.000 millones de dólares (7.000 millones de euros) que se destinaron en 2006.

El informe estima que el apoyo a los biocombustibles cuesta entre 960 y 1.700 dólares (entre 605 y 1.100 euros) por tonelada ahorrada de gases de efecto invernadero. En las políticas de ayuda se incluyen medidas presupuestarias, tales como concesiones fiscales o apoyo financiero directo a los productores de biocombustibles, los minoristas o los usuarios. Asimismo, estas políticas requieren que los biocombustibles representen un porcentaje mínimo obligatorio del mercado del combustible destinado al transporte. Esto provoca un aumento del precio del combustible en general debido a los elevados costes de producción de los biocombustibles. Además, las restricciones comerciales, principalmente en forma de aranceles de importación, protegen a la industria nacional de los competidores del extranjero, pero imponen un coste elevado a los usuarios nacionales y limitan las perspectivas de desarrollo de proveedores alternativos.

Reducir el consumo energético

En el informe se pide a los gobiernos que reorienten sus políticas para fomentar un menor consumo de energía, sobre todo en el sector de los transportes. También se solicita una apertura de los mercados de los biocombustibles y las materias primas para mejorar su eficacia y reducir sus costes. Además, el documento incluye un conjunto de recomendaciones como prestar más atención a combustibles alternativos que maximicen la reducción de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero, y acelerar investigaciones que permitan el desarrollo de biocombustibles de segunda generación.

La disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero es una de las principales razones para las políticas actuales de biocombustibles. Sin embargo, la reducción es limitada. Por ejemplo, el etanol de la caña de azúcar, principal materia prima empleada en Brasil, reduce las emisiones en un 80% en comparación con los bajos porcentajes que presentan las materias primas utilizadas en la Unión Europea y América del Norte (trigo, maíz, aceite vegetal, entre otros). Por otra parte, el informe señala que las políticas de biocombustibles también tienen un impacto importante en la subida de precios de las cosechas, puesto que existe una mayor demanda de cereales y aceite vegetal. En concreto, las medidas actuales de apoyo a los biocombustibles aumentarán un 5% el precio del trigo, un 7% el del maíz y un 19% el del aceite vegetal durante los próximos diez años, según la OCDE.