La Consejería de Industria y Desarrollo Tecnológico es la coordinadora del proyecto en Cantabria, que busca una fórmula para fomentar la implantación de los biocombustibles en el transporte en la región. Varios representantes del Gobierno de Cantabria (diferentes departamentos) y de algunas de sus empresas públicas (Dirección General de Medio Ambiente, del Grupo Sodercan, así como Genercan), productores y distribuidores del biocombustibles (Greenfuel, Cepsa, Transipsa, Ruyco Petrol), operadores de transporte colectivo en autobús (Alsa, Autobuses Palomera, La Cantábrica de Comillas), asociaciones de transporte de mercancías (Aetrac) y de taxistas formaron el heterogéneo grupo de trabajo.
Entre las conclusiones se encuentra la opinión común sobre la dificultad de implantar los biocarburantes en Cantabria y su potenciación como combustibles alternativos a los tradicionales. La negativa imagen de la que gozan, su incidencia sobre la alimentación y la deforestación parecen las claves para la complejidad de su introducción, a lo que habría que añadir la escasez de incentivos fiscales por su utilización, la falta de información general sobre su eficiencia energética (que genera desconfianza), los problemas de abastecimiento...
El proyecto
Uno de los principales objetivos de la iniciativa es el de impulsar el transporte como medio más eficiente para el medio ambiente y en definitiva, la utilización de energías menos contaminantes. El proyecto cuenta con la participación de Cantabria, a través de la Fundación Centro Tecnológico en Logística Integral de Cantabria (CTL), y de otras entidades similares del Reino Unido, Suecia, Rumania, Bélgica y Bulgaria. El presupuesto global de Bionic, cuyo desarrollo se prolongará durante dos años, asciende a 1.618.712 euros, aportando la Comisión Europea el 50% de la suma.
A través del proyecto Bionic se pretende llevar a cabo el estudio, diseño e implantación de medidas que permitan la diversificación en el suministro de energías en el sector del transporte, tanto de mercancías como de viajeros, mediante la progresiva sustitución de los combustibles fósiles tradicionales por otros más respetuosos con el medio ambiente, como el gas natural o el biocombustible.
