Aunque la investigación de las causas del accidente sigue en marcha, las primeras hipótesis niegan que se trate de un error humano sino de un fallo en el motor ya que éste no había funcionado minutos antes del despegue del avión. Esto ha hecho que se ponga en duda la eficacia de las inspecciones en las pistas.
El comisario Tajani anunció el pasado martes que la Unión Europea también está trabajando en el asunto y que ya se han realizado avances en la normativa comunitaria sobre seguridad aérea. En este sentido propone que se fije un número mínimo de inspecciones obligatorias al año en cada Estado miembro. El proceso de concesión de las licencias de aviación a los pilotos también será revisado en una nueva propuesta de la Comisión Europea. Y no sólo las inspecciones previas serán reforzadas sino que además se mejorarán las investigaciones posteriores a los accidentes, y de todo tipo de sucesos, en la aviación.
No sólo la seguridad aérea se ha llevado un tirón de orejas. También la seguridad por carretera. Y es que raras veces nos llega una multa a casa cuando viajando en un vehículo por otro país se comete una infracción. Si la comisión parlamentaria de Transporte consigue que su propuesta se convierta en legislación comunitaria, habrá que tener más cuidado. Esta comisión plantea la creación de un sistema electrónico de información por el que los Estados Miembros podrán conocer, además de la matrícula del vehículo, la identificación personal del conductor y su dirección.
