La sentencia, que insta a la empresa a "cesar en la mencionada conducta", establece que "no se trata de volver necesariamente a un sistema de tarifas obligatorias, sino de actuar lealmente y de cumplir la legalidad vigente; el reconocimiento constitucional de la libertad de empresa en un marco de economía de mercado no puede entenderse en sentido absoluto sino que tiene como límite el comportamiento desleal, contrario a las exigencias de la buena fe y la libre competencia entre todos los partícipes del mercado".
Eso sí, la Sala no acogió la solicitud de catalogar como abusivos los aplazamientos de más de 90 días en el pago de los servicios de transporte, por dos razones:
- Porque los pagos se instrumentan mediante la entrega de pagarés, lo que les otorga una garantía adicional que conlleva la posesión de un título cambiario, e incluso la posibilidad de negociarlo, obteniendo liquidez con anterioridad a su vencimiento.
- Porque las pruebas documentales y periciales acreditan que a Cunext sus deudores les pagan a una media de 92 días, "por lo que no puede concluirse que obtenga una liquidez adicional a expensas de los transportistas", sino que simplemente les traslada plazos de cobro similares a los mantenidos con sus clientes.
De esta manera el fallo, que declara como desleal la conducta de la empresa demandada de imponer precios por debajo de los costes -"incluyendo la cláusula por incremento del combustible y paralizaciones sin indemnización, bajo amenaza de ruptura de las relaciones comerciales"-, condena a la demandada "a estar y pasar por dicha declaración y a cesar en la mencionada conducta, absolviéndola del resto de pretensiones contra ella ejercitadas". Finalmente, se establece que el procedimiento será "sin costas en ambas instancias".
La viabilidad de Cunext Copper, amenazada
La Unión Sindical de Autónomos del Transporte, convocante de las movilizaciones, asegura que la empresa demandada estaba contratando portes a unos 60 céntimos por kilómetro, siendo que el coste mínimo establecido por el Observatorio es de 1,25 euros. Si bien no se han impuesto sanciones económicas a Cunext Copper, el cese de prestación de servicios de los camioneros está amenazando su estabilidad, al bloquearse la normal circulación de mercancías. Algunos trabajadores de la factoría han afirmado que están empezando a sentir las consecuencias del conflicto, y que aumenta la preocupación -también entre la dirección de Cunext- porque la huelga ponga en peligro a la compañía ya que, cada día, unas 200 toneladas de cobre se quedan en los almacenes. La falta de camiones ha hecho que muchos clientes se busquen otros proveedores, ante la imposibilidad de la firma cordobesa de abastecer toda la demanda, según declaraciones del Comité de Empresa. Es por ello que algunos trabajadores -160 personas en plantilla y 200 empleos indirectos que dependen de la fábrica- temen que sus puestos de trabajo estén en peligro.
