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Un autobús eléctrico de FlixBus.
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Un autobús eléctrico de FlixBus.

El autocar es el medio de transporte más sostenible para viajes de más de 200 kilómetros

martes 10 de diciembre de 2019, 07:00h
En el marco de la Cumbre del Clima en Madrid, la movilidad sostenible vuelve a ser uno de los grandes temas de debate, entre todos los actores implicados.

Pese a que la movilidad urbana suele ser el centro del debate, por fin la movilidad interurbana y de larga distancia empieza a estar en las agendas políticas

Sin embargo, pese a que la movilidad urbana suele ser el centro del debate, por fin la movilidad interurbana y de larga distancia empieza a estar en las agendas políticas. Según el prestigioso medio internacional de innovación en movilidad travelandmobility.tech, el autocar es el medio de transporte de larga distancia (más de 200 kms.) que menos carbono emite, incluyendo las emisiones fruto del trayecto, fabricación, mantenimiento e incluso uso y mantenimiento de las infraestructuras necesarias (carretera, vías de tren o lo que corresponda).

Como afirma Pablo Pastega, director general de FlixBus en España y Portugal “hasta ahora el transporte de larga distancia ha sido el gran olvidado. Las empresas, organismos y políticos se han volcado en reducir las emisiones del transporte urbano, que por supuesto es necesario, pero los viajes de larga distancia en avión o con coches medio vacíos, tienen un impacto en el medio ambiente enorme. Un autocar emite entre cuatro y seis veces menos carbono que un avión o un coche particular. Promover el transporte en autobús, facilitar su desarrollo y expansión, es luchar de verdad contra el cambio climático.” Los únicos transportes que según el estudio son menos contaminantes que el autobús, no permitirían traslados de demasiados kilómetros, puesto que, en orden de menos a más emisiones, serían: bicicleta, bicicleta eléctrica, autobús eléctrico, scooter eléctrica y tranvía.

El autobús eléctrico ocupa el tercer lugar entre los transportes menos contaminantes tras la bicicleta convencional y la eléctrica, si bien aún no cuenta con la autonomía suficiente como para hacer trayectos de más de 300 kilómetros. Con estas limitaciones, FlixBus lanzó en 2018 la primera línea regular de autobús de larga distancia del mundo con buses eléctricos. La ruta es entre París y Amiens (Francia) y ahorra con su tecnología limpia casi 140 toneladas de CO2 al año. Posteriormente FlixBus ha lanzado autobuses eléctricos en Alemania y en Estados Unidos.

Compromiso con el medio ambiente

Pastega añade, “el compromiso con el medio ambiente forma parte del ADN de FlixBus desde su nacimiento. Hace años que ofrecemos a nuestros pasajeros la posibilidad de compensar el CO2 que emite su trayecto; en España y en casi todos los países, nuestras flotas cumplen con la norma Euro 6, la más exigente en materia de emisiones; tenemos autobuses eléctricos en Francia, Alemania y Estados Unidos, y estamos invirtiendo para desarrollar autocares para larga distancia alimentados por hidrógeno. Además, en 2018 lanzamos en Alemania los primeros trenes FlixTrain, eléctricos, cuya electricidad proviene 100% de energías renovables certificadas por Greenpeace, y que próximamente lanzaremos en otros países.” Qué puede hacer el mundo del transporte de pasajeros por el cambio climático:

1. Renovar las flotas con autocares modernos y menos contaminantes, que cumplan con la Norma Euro 6, la más restrictiva en materia de emisiones. Comparada con la Euro 5, la Euro 6 obliga a una reducción adicional del 80% en el límite de los Óxidos de Nitrógeno, a una disminución de más de un 70% para los Hidrocarburos, y a una caída del 50% en las partículas (g/kWh).
2. Invertir en autobuses eléctricos siempre que la distancia y la autonomía lo permitan. Los organismos públicos son responsables de facilitar las infraestructuras necesarias, como puntos de carga, y de crear incentivos para las inversiones de las empresas en energías limpias.
3. Apostar por la tecnología de combustibles alternativos, como el hidrógeno, y tanto empresas como organismos, invertir en I+D+I para crear y optimizar dicha tecnología.
4. Ofrecer siempre a los pasajeros la posibilidad de compensar sus emisiones de CO2 al viajar.
5. Optimizar las rutas y la ocupación de los autobuses mediante los recursos tecnológicos existentes.
6. Crear medidas y políticas que prioricen el autobús y los medios de transporte menos contaminantes frente al coche privado o el avión. Un autobús puede sustituir a unos 30 coches particulares, con el correspondiente beneficio social al reducir la contaminación y el tráfico.

Pablo Pastega añade por último “es innegable que el transporte contamina, pero viajar es una necesidad básica hoy en día. Es responsabilidad de todos los implicados en el proceso, como los fabricantes, operadores, organismos públicos, reguladores y por supuesto los usuarios, crear y promover formas de movilidad sostenibles.”