“En el mundo del Transporte creí haberlo visto casi todo, pero ni lo he visto y cada día me sorprendo más”. Así inicia Juan José Arnedo, consejero delegado de Armesa y miembro de la Junta Directiva de Atfrie, una carta en la que muestra su enorme disconformidad con el cariz que está tomando el asunto de la carga y descarga.
Hace referencia a un debate que tuvo lugar hace unos días entre algunos representantes del transporte y de los cargadores, mencionando en contrato a la participación de “la representante de Aeutransmer, Nuria Lacaci”, a quien interpela para señalar que “es la segunda vez en poco tiempo que oigo en boca de los representantes de esa Asociación que habrá que descontar del precio del transporte el importe de la carga y descarga que el transporte no quiere seguir realizando”.
'Seguir imponiendo el servicio con esa posición de dominio que siempre han ostentado y de la que de momento no pretenden abdicar, es propio de salteadores de caminos"
“¿Qué quieren Ustedes, que el transporte les deduzca del precio del transporte el precio de la carga y descarga, si no la realiza?”, se pregunta Arnedo, añadiendo que “al que no paga un servicio no hay por qué hacérselo, aunque se le haya realizado por imposición durante años” y que “seguir imponiendo el servicio con esa posición de dominio que siempre han ostentado y de la que de momento no pretenden abdicar, es propio de salteadores de caminos”.
Arnedo argumenta que “para poder justificar lo que Ustedes han disfrutado por imposición, durante años y a coste cero, hay que haberlo pagado, y no lo han hecho, ni en A, ni en B. Y no lo han hecho porque sus representados (salvo honrosa excepción), jamás han pagado siquiera por aproximación los precios coste/kilómetro que soporta el transporte y que cada tres meses aprueban en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con CNTC, Aecoc, Aeutransmer y Transprime”.
Ejemplos y consejos
El consejero delegado de Armesa pone como ejemplo que, en la actualidad, se está proponiendo realizar transportes “por un precio inferior a la mitad de lo que se reconoce que cuesta cuando participan en el Observatorio de Costes del Ministerio de Fomento”, cuantía que no recoge “los costes que suponen la carga y la descarga, ni el intercambio de palets”.
“Que un sector de servicios haya acabado, por voluntad propia (o por la provocada poca capacidad de negociación), en un sector de servilismos, no les haga confiarse. Lo que nunca han pagado, no lo pretendan cobrar”, afirma Arnedo, concluyendo que “no sigan con el palo, atizando el avispero, que el enjambre está muy, muy calentito. Siempre tienen la tentación de usarlo y están envalentonados por la situación que vivimos y que desgraciadamente vamos a vivir. Pero esto sólo les puede llevar a encontrar la zorra respondona. Y a poco que recapaciten, verán que, a responder, ya ha empezado”.
