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44 TONELADAS

Un estudio analiza las posibles repercusiones de las 44 toneladas

lunes 29 de junio de 2020, 07:00h
Un estudio analiza las posibles repercusiones de las 44 toneladas
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El estudio técnico de la Escuela de Ingeniería de Guipúzcoa muestra los resultados de una de las medidas planteadas por el Gobierno en el reciente Plan de Impulso al sector de la automoción, que cuenta con el rechazo mayoritario del sector del transporte por carretera

'Los únicos beneficiados fueron las empresas cargadoras, los transportistas no consiguieron ni una mejora'

Las profesoras de la Escuela de Ingeniería de Guipúzcoa de la Universidad del País Vasco, Dra. Sara Cabezudo y Dra. Miriam Peñalba presentaron ante los medios de comunicación, de manera telemática, los resultados del Estudio técnico sobre las repercusiones del aumento de la Masa Máxima Autorizada en los vehículos pesados a 44 toneladas. En el acto estuvieron también presentes los representantes de las fundaciones que han apoyado y promovido el estudio, concretamente la Fundación Pepe Iglesias, Fundación Guitrans, Fundación Quijote para el Transporte y Fundación Ricardo Díaz.

Julio Villaescusa, presidente de la Fundación Quijote para el Transporte, explicó en la primera intervención que el objetivo de este estudio ha sido analizar las repercusiones que tendría un cambio en la normativa estatal que permitiese aumentar la carga máxima transportada en 4 toneladas adicionales en los vehículos pesados, algo que se traduce aproximadamente en un 15% más de capacidad de carga. El también presidente de FENADISMER destacó que "en España ya hubo una experiencia en la que se aplicó las 44 toneladas, en concreto en un proyecto piloto en Cataluña, y cuyo resultado fue desastroso". "Los únicos beneficiados fueron las empresas cargadoras, los transportistas no consiguieron ni una mejora", indicó. Villaescusa comentó que los únicos países en Europa que lo habían implantado, lo hicieron en un momento de expansión de la actividad económica. "En la situación económica de nuestro país, no es un asunto para el debate, ni mucho menos para su implantación", añadió. Juilo Villaescusa recordó que el sector del transporte tiene anunciado un paro para los días 27 y 28 de julio.

Seguidamente, las profesoras universitarias expusieron las conclusiones del estudio. Suponiendo que se mantuviera el nivel de demanda actual, se podría necesitar un 13,7% menos de viajes y de flota. Tomando este dato como referencia, analizaron dos escenarios posibles. "En el óptimo, las empresas de transporte aumentarían su negocio consiguiendo operaciones a carga completa. En el segundo, se mantendría un mercado como el actual, por lo que algunas operaciones dejarían de ser necesarias. En general, las empresas más grandes podrían adaptarse a la nueva situación disminuyendo su flota pero las pequeñas tendrían que mantenerla con el consiguiente aumento de costes por tonelada transportada", explicó la Dra. Cabezudo.

Podría desincentivar la renovación de la flota hacia vehículos propulsados con combustibles alternativos

En referencia a la repercusión en seguridad vial, indicó que "en los países en los que ya se ha implantado esta medida no se han realizado estudios específicos sobre la repercusión de las 44 toneladas en el número de accidentes, pero las estadísticas de fallecidos publicadas sugieren que la medida no ha contribuido a hacer más segura la circulación por carretera". Por un lado, circulan menos vehículos por carretera pero por otro lado, con más peso.

Impacto sobre las carreteras

Al aumentar la carga a 44 toneladas, se muestra una mayor agresividad y el impacto final dependerá del tipo de firme por el que se desplaza el vehículo. Puede verse agravada cuando se trata de operaciones de recogida y distribución parciales, en las que se suelen sobrecargar algunos ejes en determinados tramos. La doctora explicó que "en consecuencia, todo ello exige un mayor coste de conservación de las infraestructuras, por lo que habrá que determinar quien asume dicho sobrecoste".

Impacto sobre el medio ambiente

En la videoconferencia, ambas doctoras detallaron que la introducción de esta medida consigue una disminución global de las emisiones de un 3,7%, ya que se reduce el número de viajes. Sin embargo, podría desincentivar la renovación de la flota hacia vehículos propulsados con combustibles alternativos, que conlleva una disminución en emisiones de CO2 un 10% menor.