Francisco Iglesias, consejero delegado de Alsa, destaca en NEXOBÚS un 2025 de transformación y pide estabilidad jurídica y financiera para 2026
Con nuevos contratos en España y en el extranjero, avances en sostenibilidad e innovación tecnológica, Alsa cierra el año 2025 como uno de los actores clave en la transformación del transporte público. Francisco Iglesias, consejero delegado de la compañía, responde al cuestionario de fin de año de NEXOBÚS subrayando la necesidad de un marco estable que permita consolidar la movilidad como un derecho ciudadano.
Un año de expansión, sostenibilidad e hitos tecnológicos
“Ha sido un año clave para la modernización de la movilidad del futuro”, resume Iglesias. Y no es una frase vacía: Alsa ha continuado diversificando su actividad, con nuevos contratos en transporte sanitario, una mayor presencia internacional —especialmente en Arabia Saudí—, y la adjudicación de servicios clave en el ámbito nacional, como el de la isla de Ibiza.
El impulso a la sostenibilidad también ha sido notable: la compañía ya opera con más de 1.000 vehículos Eco, reforzando su liderazgo en descarbonización. En paralelo, ha apostado por la innovación con proyectos pioneros, como el autobús autónomo en Mercamadrid, que marca un hito en el transporte automatizado.
No obstante, Iglesias reconoce que persisten desafíos importantes: “Debemos seguir mejorando procesos, intensificar la digitalización y asegurar que la descarbonización llegue más allá de las grandes ciudades”.
Retos para 2026: mapas concesionales, licitaciones y financiación estatal
De cara a 2026, el consejero delegado de Alsa pone el foco en la Ley de Movilidad Sostenible, que por fin podría consolidarse tras años de desarrollo legislativo. Según Iglesias, hay tres prioridades urgentes:
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La aprobación definitiva de los nuevos mapas concesionales.
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La licitación de los contratos de concesión de servicios.
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La creación y dotación del Fondo Estatal de Contribución a la Movilidad Sostenible.
Todas estas medidas deberían aportar seguridad jurídica y estabilidad económica al sistema de transporte, condiciones esenciales para que el sector avance.
Iglesias también valora de forma positiva las políticas de apoyo al transporte público aplicadas en 2025 y pide que se mantengan. Al mismo tiempo, lanza un mensaje directo a las administraciones: “Que se cierren los mapas concesionales cuanto antes y se ponga en marcha el proceso de licitaciones”.
Para 2026, uno de los grandes retos —y oportunidades— será la implantación del Billete Único anunciado por el Gobierno. Iglesias lo ve como un paso crucial: “Es una gran oportunidad para consolidar la movilidad como un derecho y acelerar el trasvase modal hacia el transporte público”.
