Muchas palabras vacías diciendo que el Sector es esencial, pero no se traducen en respeto, mantenimiento y ayudas para que sobreviva
La Federación Gallega de Transportes de Mercancías, Fegatramer, señala que mientras por un lado se habla del sector del transporte público de mercancías por carretera, como un sector esencial, que hace posible el funcionamiento de las empresas, hospitales, estaciones de servicios, y general, el normal desarrollo de la actividad y vida de nuestra sociedad, por otro, se le ataca desde muchos frentes.
Y por otro lado, la Comisión de la Competencia, el MITMA y los cargadores empeñados en la total desregularización y desprotección del sector del transporte, tratando de hacer desparecer o reducir al mínimo los requerimientos en materia de formación, estructura empresarial y antigüedad de los vehículos.
Se dice que los camiones contaminan, pero se suprime la norma que obligaba a introducir en el mercado camiones nuevos, de forma que ahora no habrá límite de antigüedad, es decir más camiones, pero mucho más contaminantes, menos seguros, etc.
Se habla mucho de la formación profesional, pero en el sector del transporte, se quiere limitar al máximo las exigencias en esta parcela, parece que cuanto menos sepan los transportistas, (empresarios), y los conductores, mejor, quizá, porque así será más fácil su control.
Es verdad, que cuanto más pequeñas, desunidas, débiles y dependientes sean las empresas de transporte, más facilidades tendrán los cargadores, pero también las propias administraciones, de ahí que interesa que el asociacionismo no esté de moda, ni se promocione, y se extienda cada vez más, aquello de que las asociaciones no sirven para nada, pero quienes son los beneficiados con ello, la realidad, es que si funcionan, los cargadores tienen más quien les discuta sus propuestas y actuaciones, y por su parte las administraciones las necesitan como interlocutores, pero que no tengan demasiada fuerza para discutir sus decisiones y normas. Es verdad, que como toda organización las asociaciones de transportistas tienen sus fallos, pero no dejan de ser un reflejo del sector, y funcionarán según los transportistas, sus asociados, quieran que funcionen, pero lo que está claro, es que a los que están al otro lado de la mesa, (cargadores, operadores…), les interesa que no tengan fuerza ni capacidad de acción.
Y así, llegamos a situaciones como la de la carga y descarga de mercancías en el transporte público por carretera. Mientras en Portugal se regula y limita la carga y descarga de camiones por parte de los conductores profesionales, en España, cargadores y Gobierno, impiden que se haga, por lo que gran parte de los conductores en nuestro país seguirán siendo mozos de carga, en muchos casos mal tratados y despreciados por el personal de las empresas cargadoras, y aun por encima, en la mayoría de los casos deben hacerlo gratis, bajo la conocida advertencia, de no volver a cargar…