La Organización Internacional para el Transporte por carretera (IRU) ha reclamado desde Bruselas una intervención sobre los precios del combustible. Las medidas pasan por la fijación de precios máximos y la reducción de impuestos.
La actual crisis económica, iniciada con la pandemia, está afectando a la mayoría de los actores implicados en el transporte por carretera. Desde IRU son conscientes de la gravedad de la situación, por eso, reunidos en Bruselas, han demandado una intervención en el mercado del combustible. Piden la limitación del precio para el transporte comercial y reducir el impuesto especial del combustible para los operadores.
En estos términos se ha expresado Radu Dinescu, presidente de la IRU: “Los operadores de transporte comercial por carretera están luchando con la rápida escalada de los precios del combustible. Algunos ya están al borde de la quiebra, pero si el transporte por carretera no funciona correctamente, las cadenas de suministro, que ya están al límite, se verán aún más afectadas. Los mayores perdedores serán los clientes de los operadores, los ciudadanos de a pie y las empresas que sufrirán si los costes del transporte comercial por carretera se disparan."
La inflación provocada por la crisis post-pandémica, y agravada con la actual inestabilidad internacional, está afectando a empresas de transporte comercial de todo el mundo. Ante esta situación de incertidumbre, las distintas cadenas de suministro global están en riesgo.