Los vehículos de guiado autónomo (AGV) juegan un rol fundamental en las plantas productivas ya que permiten reducir tiempos y mejorar el bienestar de los trabajadores, asumiendo tareas físicas repetitivas que no aportan un gran valor. Para garantizar la seguridad de los AGV, las partes relativas a la seguridad del circuito de mando deben cumplir con la normativa ISO 3691-4.