Se destinarán 1.464 millones de euros para financiar las medidas de bonificación del transporte urbano e interurbano. Esto incluye la prórroga de un año de la gratuidad y los descuentos de los servicios de Renfe y las líneas de autobús estatales.
La demanda del transporte público urbano ha aumentado un 21,7%
El objetivo es promover una movilidad diaria más saludable, sostenible y segura. El Gobierno destinará:
Durante el año 2023, las políticas de bonificación implementadas en septiembre de 2022 han tenido un impacto positivo en el uso del transporte público. Se ha notado un "desacoplamiento" entre la movilidad general, el consumo de combustible y la demanda del transporte público urbano, lo que sugiere que se ha logrado atraer a más usuarios del vehículo privado gracias a estas medidas.
Específicamente, la movilidad general en áreas urbanas se ha mantenido estable este año, a diferencia del consumo de gasolina y diesel en automóviles, que ha disminuido un 1,4% en junio de 2023 en comparación con el mismo mes del año anterior. Al mismo tiempo, la demanda del transporte público urbano ha aumentado un 21,7%.
En todos los modos de transporte público, se ha notado un aumento en la demanda absoluta a partir de septiembre de 2022 en comparación con mayo de 2022 (mes de referencia). Esta tendencia ha sido consistente en todos los servicios de transporte público urbano y metropolitano desde enero de 2019, especialmente desde la implementación de los descuentos en septiembre de 2022. Por lo tanto, es necesario mantener una política tarifaria homogénea en este sentido.
El transporte público colectivo es esencial, seguro, confiable, cómodo, más económico y evita el congestionamiento de vehículos privados. Además, tiene beneficios sociales, ya que es más inclusivo y tiene un impacto positivo en la economía y la industria. También juega un papel clave en el logro de los objetivos climáticos y la reducción de emisiones, así como en la mejora de la seguridad vial.
Además, el transporte público colectivo permite utilizar de manera más eficiente el espacio público y reducir la congestión en las ciudades y carreteras. Por ejemplo, un solo autobús o autocar puede transportar a más de 30 personas, lo que representa una reducción significativa en comparación con esos mismos viajeros utilizando vehículos privados. Asimismo, el transporte público como el metro o el tren convencional puede transportar a cientos de personas en un solo convoy.