En un momento clave para el futuro del transporte por carretera en Europa, representantes de IRU (la Organización Internacional del Transporte por Carretera) y de UNTRR (el sindicato nacional de transportistas de Rumanía) han mantenido un encuentro de alto nivel con Roxana Mînzatu, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, para abordar uno de los problemas más apremiantes del sector: la escasez crónica de conductores profesionales.
Durante la reunión, celebrada en la ciudad rumana de Brașov, se debatieron medidas concretas para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del transporte y atraer a nuevas generaciones a una profesión esencial para el funcionamiento de la economía europea.
“El apoyo a los conductores es sinónimo de apoyo a toda la economía europea”, afirmó Radu Dinescu, presidente de IRU y secretario general de UNTRR. Y es que, con un sector enfrentado al reto de la descarbonización y una transformación laboral en marcha, invertir en formación y habilidades se ha convertido en una prioridad compartida por industria e instituciones.
Por su parte, Raluca Marian, directora de Defensa de la UE en IRU, destacó la necesidad de acciones concretas y urgentes para hacer la profesión más atractiva: “Mejorar el acceso a estacionamientos seguros, financiar programas de capacitación y dignificar la figura del conductor profesional son pasos clave para avanzar hacia un modelo más sostenible y resiliente”.
Desde la Comisión Europea, la vicepresidenta Mînzatu escuchó las propuestas con atención, coincidiendo en que “garantizar el acceso a un empleo de calidad y con las competencias adecuadas es esencial para mantener Europa en movimiento”.
En un contexto de cambio profundo, donde la tecnología y la sostenibilidad están redefiniendo las reglas del transporte, la colaboración entre operadores, trabajadores y autoridades se perfila como el único camino viable para asegurar un futuro sólido y justo para quienes hacen posible la movilidad en Europa.