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El nuevo reto de la logística urbana: refrigerar sin hacer ruido

Thermo King impulsa soluciones silenciosas para reducir el impacto acústico del transporte refrigerado en las ciudades

Jueves 31 de julio de 2025

La contaminación acústica es una amenaza invisible que afecta la salud de millones de personas en las grandes ciudades. Desde el rugido de una motocicleta hasta el zumbido constante de un camión de reparto refrigerado, el ruido vehicular se ha convertido en una carga diaria que merma la calidad de vida urbana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo confirma: es la segunda causa ambiental de problemas de salud, solo superada por la contaminación atmosférica.

Ante este panorama, la llamada “logística silenciosa” se abre camino como una respuesta urgente. Y dentro de este movimiento, el transporte refrigerado emerge como una pieza clave: sus motores diésel, necesarios para mantener la cadena de frío, son una fuente constante de ruido, incluso en horas de descanso.

Tecnología que enfría sin molestar

Refrigerar sin ruido ya no es una opción, es una responsabilidad social”, afirma Ivan Collazo, gerente comercial de Thermo King Latinoamérica. La compañía lidera el impulso de soluciones tecnológicas que permiten mantener productos perecederos en óptimas condiciones sin perturbar el entorno sonoro.

Algunas de estas tecnologías incluyen:

  • Sistemas eléctricos que sustituyen motores diésel.

  • Sensores inteligentes que activan el modo "ultrasilencioso" en zonas sensibles.

  • Aislamiento acústico y diseño optimizado para evitar la propagación del ruido.

  • Integración telemática, que permite el monitoreo remoto sin intervención humana.

  • Contención del sonido, con materiales especiales que reducen las vibraciones acústicas.

Estas innovaciones ya están transformando el sector. En México, uno de los países más ruidosos del mundo según la OMS, el mercado de camiones refrigerados se prevé que crezca un 42% entre 2025 y 2030, reflejo de una demanda que también debe cuidar la salud auditiva.

Más allá del confort: salud y eficiencia

Reducir el ruido no solo mejora la convivencia urbana. También disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejora el descanso en zonas residenciales y reduce el estrés, además de permitir entregas nocturnas en hospitales, escuelas o centros urbanos sin alterar el entorno.

Una entrega que no se escucha es una entrega que respeta el espacio común”, destaca Collazo. En este contexto, el silencio se convierte en un nuevo símbolo de eficiencia y responsabilidad, y marca el camino hacia ciudades más habitables, donde la logística se alinea con las necesidades reales de las personas.

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