La empresa de movilidad Alsa da un paso firme en su estrategia medioambiental al anunciar que en 2025 consumirá un total de cinco millones de litros de combustible HVO (aceite vegetal hidrotratado) en sus operaciones, incluyendo rutas de larga distancia. Esta medida, que forma parte de su hoja de ruta hacia la descarbonización, permitirá evitar la emisión de más de 12.000 toneladas de CO₂ a la atmósfera.
El anuncio coincide con la adaptación de las instalaciones de la compañía en Abroñigal (Madrid), que ya cuentan con suministro exclusivo de este biocombustible para autocares de largo recorrido, donde la electrificación aún no es viable. La apuesta por el HVO refuerza el compromiso de Alsa con un modelo de transporte más limpio y sostenible, especialmente en rutas estatales de alta demanda.
Compatibilidad total con los motores diésel existentes
El HVO es un biocombustible avanzado elaborado a partir de residuos orgánicos como aceites vegetales usados, biomasa o restos agroalimentarios. Su principal ventaja radica en que las emisiones de CO₂ liberadas durante su uso son prácticamente equivalentes al CO₂ capturado por los residuos utilizados para su fabricación, logrando así un balance neutro en emisiones.
Este combustible presenta una compatibilidad total con los motores diésel existentes, lo que permite su uso sin necesidad de modificar los vehículos ni realizar mantenimientos adicionales. Según ensayos realizados por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), el uso de HVO no presenta diferencias significativas en consumo ni en emisiones contaminantes respecto al gasóleo convencional.
Para garantizar la fiabilidad y transparencia en la reducción de emisiones, Alsa colabora junto a Repsol y Bosch en un proyecto piloto que monitoriza digitalmente el uso de HVO en su flota. Esta iniciativa permite medir de forma precisa la huella de carbono de los vehículos y cuantificar el ahorro real en términos de emisiones.
Además, según su Informe de Sostenibilidad 2024, Alsa mantiene su posición como líder nacional en transición energética en el transporte, con un 40 % de su flota urbana y metropolitana en España ya clasificada como eco o cero emisiones.
“Con esta nueva iniciativa apostamos por alternativas sostenibles en las rutas donde la electrificación aún no es viable. Creemos firmemente en el cambio modal como vía para cumplir los objetivos del PNIEC, y para ello es imprescindible la implicación de la administración”, señala Víctor López, director general de Alsa en España.