Ya está en marcha en Barcelona una prueba piloto que puede marcar un antes y un después en la forma en que se gestiona el transporte público. Desde este mes, una quincena de paradas de autobús de la red TMB han comenzado a utilizar una tecnología inteligente desarrollada por la empresa canadiense Buspas, capaz de recoger y analizar información en tiempo real sobre lo que sucede en su entorno. El objetivo es claro: ajustar la oferta de buses a la demanda real y mejorar la experiencia del usuario.
Este proyecto, ganador del reto de innovación del Barcelona Innova Lab Mobility (BILM) —una iniciativa conjunta del Ayuntamiento de Barcelona, Fira de Barcelona y TMB—, pretende dotar a la ciudad de herramientas más precisas para gestionar la movilidad urbana. Las nuevas paradas recogen datos que van desde la ocupación de los carriles bus hasta los hábitos y perfiles de los usuarios, pasando por interrupciones o incidencias en la circulación.
Con más de 100 líneas activas y 750.000 validaciones diaria
La prueba piloto se desplegará durante doce meses y ya se ha instalado en puntos estratégicos como Pg Zona Franca - Fundición, Gran Vía - Urgell, Pg Maragall, Metro Alfonso X, Diagonal - Estación Verdaguer, entre otros. En total, son 15 paradas las que se han equipado con esta tecnología pionera. El coste del proyecto asciende a 97.200 euros, financiados en un 80% por el Ayuntamiento como parte del premio por ganar el reto del BILM.
La información que se recopile servirá para optimizar la operación diaria del servicio de autobús, haciendo que la red sea más adaptable y proactiva. Se busca así una mayor eficiencia operativa y un mejor conocimiento del uso real del transporte, lo que incluye datos sobre la estacionalidad, el perfil de los usuarios y las condiciones del entorno.
Barcelona Innova Lab Mobility ha sido concebido para facilitar la implementación de soluciones de movilidad inteligente y sostenible que, además de mejorar la calidad del servicio, fortalezcan la economía local y posicionen a la ciudad como referente en innovación en el sur de Europa. Las paradas inteligentes son ya el segundo piloto puesto en marcha dentro de este programa. El primero fue la instalación de cámaras con inteligencia artificial en varias líneas de bus, que permiten detectar ocupaciones indebidas en los carriles reservados.
El autobús es uno de los pilares del transporte público barcelonés. Con más de 100 líneas activas y 750.000 validaciones diarias, la red de TMB apuesta además por la sostenibilidad, con la incorporación progresiva de vehículos eléctricos e impulsados por hidrógeno. La combinación de accesibilidad, limpieza y conectividad ha situado al servicio entre los mejores valorados por la ciudadanía, con una puntuación de 8 sobre 10.
Con estas nuevas paradas inteligentes, Barcelona da un paso más hacia una movilidad más conectada, más eficiente y más centrada en las necesidades reales de quienes la utilizan a diario.