El presidente de la Asociación Europea de Constructores Automovilísticos (ACEA), Carlos Ghosn, ha solicitado a la Unión Europea (UE) que asuma un papel más activo en la coordinación de las ayudas al sector, dejando a un lado la aplicación de planes nacionales, según declaraciones recogidas ayer mismo por Financial Times.
Ghosn considera peligrosas las intervenciones nacionales en favor de determinados fabricantes automovilísticos: "Europa no puede culpar solamente a los gobiernos por adoptar iniciativas y no tomar ella misma la iniciativa". Teniendo en cuenta el proceso negativo que atraviesa la automoción, el también consejero delegado de Renault-Nissan recalcó que la UE tiene que actuar "de manera más rápida, decisiva y no reactiva, sino pro activa. Los gobiernos deberían ayudar a eliminar los obstáculos en la industria del motor de manera conjunta, no interviniendo en relación con un fabricante en particular".