-No es legal dejar el paquete en la puerta de casa. Si el transportista deja el paquete en la puerta de la vivienda y desaparece, el comerciante será el responsable de la pérdida y tendrá que reembolsarlo. Por eso, esta opción no es válida. Sólo hay una excepción, los “Contratos de garaje”, en ellos el repartidor acuerda con el destinatario un lugar seguro en el que dejar el paquete, como un garaje.
-El paquete no se considerará entregado hasta que el cliente no lo tenga en sus manos. Si el repartidor deja una tarjeta de notificación en el domicilio del consumidor y este tiene que ir a recogerlo a la sucursal, el paquete no constará como oficialmente entregado hasta que el consumidor se lo lleve de la sucursal. La tarjeta de notificación nunca tendrá validez en este caso. Esto es especialmente importante cuando se tiene en cuenta el plazo de desistimiento porque el requisito indispensable para que empiece es haber recibido la mercancía.
-La notificación del envío se puede dejar en la puerta de casa. Si dejándola en este lugar queda garantizado que el cliente la recibirá, no hay nada en contra. El comerciante también debe avisar de inmediato a su cliente de que ha sido imposible realizar la entrega, por correo electrónico, por ejemplo. Para que todo salga bien, la comunicación entre el repartidor y el comerciante ha de ser fluida.
-El repartidor tiene que dejar el paquete o la notificación de entrega en el piso que sea necesario. Es decir, si el destinatario vive en un 5º piso sin ascensor, no es excusa para que el repartidor no deje ahí la notificación. A no ser que el cliente haya especificado lo contrario a la hora de hacer la compra, el repartidor tiene que dejar el paquete en el domicilio que indicó el comprador.
“Es irritante para el consumidor que en el estado del pedido aparezca como entregado y no tenga ningún paquete en sus manos ni ninguna tarjeta de notificación por eso la ley de consumo establece estos parámetros que desde Trusted Shops intentamos dar a conocer siempre para velar por los derechos del consumidor”, afirma Rafael Gómez-Lus, Experto legal de Trusted Shops España.
Trusted Shops es la marca europea de confianza para el comercio electrónico. Desde su fundación en 1999, la compañía, con sede en Colonia, ha certificado más de 20.000 comercios online en toda Europa. Trusted Shops verifica a sus clientes mediante una base de estrictos criterios de calidad como la solvencia, la transparencia de los precios, el servicio al cliente y la protección de datos, y, basándose en ello, concede su sello de calidad. Entre sus clientes se incluyen El Corte Inglés, Zalando, Marks & Spencer, Sarenza, Spartoo, Tradeinn, Redcoon, Panama Jack, así como una gran variedad de pequeñas y medianas empresas. Combinando la certificación, la protección al comprador, las opiniones de los clientes y la atención al cliente, se pone a disposición del consumidor un "Paquete integro de seguridad y confianza".