La valoración es bastante regular en todas las líneas, con pocas variaciones entre ellas, lo que denota que en general la satisfacción abarca a los usuarios de todos los barrios de la ciudad
En la rueda de prensa Ignacio Prada explicó que la nota obtenida ha sido de 7,17 puntos en satisfacción global. Se trata de una de las valoraciones más altas de España, teniendo en cuenta otras encuestas realizadas en ciudades similares a A Coruña. Además, la evolución ha sido muy positiva, ya que comparando los datos obtenidos en esta consulta con una encuesta realizada hace diez años se refleja que en 2006, seis de cada 10 usuarios estaban satisfechos con el servicio y en la actualidad ese porcentaje se ha elevado a casi nueve sobre 10. En la segregación por edades, la satisfacción es mayor a medida que disminuye. Es decir, que los nuevos usuarios, o los usuarios del futuro, están apreciando cada vez más el nivel de servicio ofertado.
Los aspectos más destacados en la valoración, que en todos los casos supera la nota de 6 puntos, se refieren a la flota (estado y limpieza o accesibilidad), que se sitúan en torno al 7,7. También se valora de modo muy positivo el trato del personal, la puntualidad, la información del servicio y la localización de las paradas, también con un notable. La valoración es bastante regular en todas las líneas, con pocas variaciones entre ellas, lo que denota que en general la satisfacción abarca a los usuarios de todos los barrios de la ciudad.
Respecto al usuario cautivo (que no dispone de otro medio de transporte alternativo al autobús para desplazarse), Ignacio Prada recordó que se ha reducido de forma sustancial y actualmente más de la mitad de los viajeros disponen de vehículo propio o de la posibilidad de ir como acompañante. En este sentido, cabe destacar que estos usuarios optan por el bus por motivaciones que se relacionan casi en mismos porcentajes con la falta de aparcamiento en destino y con la calidad del servicio. Apuntaba el director de la compañía que la incomodidad a la hora de estacionar, junto con la tendencia a la humanización de las ciudades con mayor transporte público y menos vehículos particulares es la tendencia, que va acompañada por políticas del fomento del transporte colectivo. En las motivaciones por edad, se observa que los usuarios cautivos abundan en menores de 24 años (no tienen coche), y se advierte que cuanto más jóvenes son los viajeros, más conscientes se muestran del aspecto medioambiental, lo que indica que han sido objeto de campañas de concienciación a nivel social y escolar desde la infancia. Si diferenciamos por ocupaciones, entre los viajeros cautivos abundan estudiantes, desempleados, jubilados y amas de casa, mientras que los trabajadores y otro porcentaje importante de jubilados ven el bus como una alternativa a circular en su vehículo privado.