Los países que forman parte de la 'Alianza por la Carretera', mientras en teoría apuestan por un nuevo paquete legislativo para el ‘Paquete de Carretera’ que permita crear un fuerte mercado único, lo que realmente han promovido y mantienen en vigor en sus países es todo lo contrario: medidas unilaterales y proteccionistas que van en contra a toda convergencia
"Alguno, como Francia, acaba de modificar de nuevo unilateralmente, sin tan siquiera tener en cuenta a los otros ocho firmantes de la supuesta ‘Alianza’ sus propias normas para hacer pagar a las empresas de transporte 40 euros por cada trabajador registrado como desplazado en su país. Todo un nuevo ejercicio de incoherencia, al más puro estilo Donald Trump: nos hacen un muro regulatorio y lo pagamos nosotros" ha declarado Ramón Valdivia, director general de Astic.
En lo concreto, estas medidas que dificultan el libre tránsito por Europa, como la francesa `Loi Macron´ o similares en Alemania, Italia o Austria han aumentado enormemente el nivel de burocratización del sistema, junto al encarecimiento de los costes. En este sentido, algunas de ellas se encuentran bajo procedimiento de infracción en las instituciones europeas, lo que no impide que se continúen aplicando por estos países de manera unilateral.
“La autoproclamada `Alianza del transporte por carretera´ que no suma a la mayoría de los 28 Estados Miembro de la Unión, dejando fuera, entre otros, a los nada "orientales" países de Irlanda, Portugal, Holanda o Reino Unido, junto a España que recordemos es el primer país de Europa Occidental en transporte internacional por carretera con más de 65.000 millones de T-Km de mercancías transportadas, si bien persigue un objetivo común, como es el de luchar contra las prácticas fraudulentas y la mejora de los derechos sociales de los trabajadores, va en contra la C.E., ya que busca el fomento de nuevas medidas proteccionistas contrarias al espíritu de la UE”, lamenta Ramón Valdivia, director general de Astic.
La Asociación de Transporte Internacional de Carretera apoya que España sea, junto a Portugal o Grecia, uno de los 20 países de la Unión que no se haya sumado a esta alianza de partes, debido a que “las acciones individuales o de grupos de países al margen del resto de socios europeos, no puede representar el camino hacia la tan anhelada búsqueda de mayor integración, sino todo lo contrario” afirma Ramón Valdivia. El colmo de lo demagógico sería el “iniciar actuaciones entre los países que conforman la Alianza” frente al resto, que se ha informado desde algunas fuentes, lo que vendría a suponer de nuevo el ir en contra a su propio manifiesto de converger hacia un mercado interno robusto.