Debido a una serie de dificultades adicionales relacionadas con los servicios afectados, se ha requerido la aprobación de una modificación del proyecto original
La duplicación de la A-392 cuenta con una inversión total de 28,6 millones de euros y estuvo paralizada durante cuatro años debido a la crisis económica, retomándose las obras en junio de 2016. A ello se añade que debido a una serie de dificultades adicionales relacionadas con los servicios afectados, se ha requerido la aprobación de una modificación del proyecto original, lo que sitúa el fin de obras en 2019.
Las obras, que se encuentran en la actualidad a un 54% de nivel de ejecución, avanzan en estos momentos a buen ritmo y se concentran en el enlace de la A-392 con la Autovía A-376 de Sevilla a Utrera. Este enlace de nuevo diseño con la A-376 está constituido por una glorieta elevada, con dos pasos superiores sobre la Sevilla-Utrera y cuatro ramales de conexión con la misma. En relación a los trabajos en ejecución, existe en estos momentos un corte de tráfico que obliga a un recorrido alternativo de unos dos kilómetros por la propia Autovía Sevilla-Utrera y que se mantendrá hasta el final de las obras. En este enlace de especial envergadura, ya que se trata de unir y facilitar el movimiento del tráfico entre dos vías de gran capacidad, se van a efectuar nuevos cortes en ramales de acceso que serán debidamente informados.
Por su parte, también está previsto realizar trabajos de ejecución de terraplenes y compactación en diversos puntos de la traza. El desarrollo de las obras en varios puntos del trazado de la A-392 está pendiente de resolver unas últimas expropiaciones que se prevé para las próximas semanas.