Las retenciones en Biriatou son un problema recurrente, ya que bien por los controles que realiza la policía gala, bien a consecuencia de la acumulación de camiones después de un periodo de restricción de tráfico para vehículos pesados en Francia
Es verdaderamente urgente que las instituciones europeas tomen las medidas necesarias para restablecer el orden en la frontera, obligando a las autoridades francesas a someterse a la norma común. Las retenciones en Biriatou son un problema recurrente, ya que bien por los controles que realiza la policía gala, bien a consecuencia de la acumulación de camiones después de un periodo de restricción de tráfico para vehículos pesados en Francia, se producen retenciones kilométricas que colapsan totalmente el entorno de Bidasoaldea y Donostialdea. Una y otra vez estas retenciones se producen en el lado guipuzcoano, poniendo a prueba los nervios de los conductores y de los profesionales del transporte. No es un problema de hoy ni de un día, sino que llevamos así muchos años, sin que la administración lo resuelva.
El 19 de abril de 2005, junto con representantes de las asociaciones sectoriales que engloban a transportistas españoles y franceses así como delegaciones institucionales de ambos lados de la antigua frontera (entre las que se encontraban representantes del Gobierno Vasco, Diputación Foral de Guipúzcoa y municipios del sur de Francia), Guitrans exigió, en el encuentro mantenido con la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo, soluciones inmediatas ante los colapsos y el grave problema económico, medioambiental y social provocado por la congestión de tráfico de Biriatou. El estudio “Congestión de Tráfico en Biriatou: análisis y soluciones” fue el principal soporte utilizado en nuestra argumentación. Ya entonces se barajó la posibilidad de eliminar el peaje en Biriatou, siendo este cobrado en Irún o en San Juan de Luz, mediante un sistema de compensaciones como existe en la AP-8 entre Vizcaya y Guipúzcoa.
A día de hoy, la infraestructura ha sufrido remodelaciones con la ampliación del número de cabinas, existe un acuerdo entre Autoroutes du Sud de la France (ASF) y Bidegi, empresas gestoras de las autopistas A-63 y A-8, por el que de manera consensuada procederán al levantamiento de las barreras y no cobrarían los peajes cuando se produjeran grandes colas. Esta medida se ha aplicado ya en varias ocasiones, tanto en el lado guipuzcoano como en el francés, aunque con resultados desiguales. Lo que está ocurriendo en Biriatou no es razonable y además no se produce en el resto de pasos fronterizos europeos, ni con Bélgica, ni con Italia, Alemania, ni siquiera con el resto de fronteras con España, lo cual muestra que el control se está gestionando de una manera, por lo menos, incoherente. Parece que han decidido que los terroristas solo pueden entrar por Biriatou y en camión.
No entendemos que la única frontera europea donde se da este problema sea en la de Biriatou, ni siquiera en la de La Junquera, que tiene una afluencia de vehículos parecida, y además tampoco entendemos que el problema se provoque siempre en un solo sentido, si se trata de un problema de seguridad ¿por qué razón las retenciones se producen solo en el lado guipuzcoano? El problema de seguridad se da en toda Europa ¿por qué se producen retenciones solo aquí? Entendemos que algo se está haciendo mal o que, por lo menos, nuestras autoridades no están haciendo valer nuestros intereses, ya que el problema se está prolongando indefinidamente, sin que haya ningún tipo de solución.
Es hora de analizar el problema, tanto desde el punto de vista de las infraestructuras, de las medidas de restricción de tráfico, de los medios disponibles de regulación de tráfico, etc., es decir desde una perspectiva global, porque en estas retenciones se producen situaciones de riesgo que es necesario evitar, además de las ingentes pérdidas de tiempo y dinero.