Se calcula que los vehículos de gas reducen en un 85% los NOx y en un 25% el CO2
Los vehículos pesados representan una quinta parte de las emisiones del transporte de la UE y los profesionales del sector deben dar un paso más en el reto global de la sostenibilidad para cumplir con los objetivos climáticos. El GNL es la opción por la que apuestan en el transporte de larga distancia, por lo que se espera que las matriculaciones crezcan de manera exponencial a lo largo del próximo año.
Para cubrir esta demanda, Red Tortuga ofrece repostaje de GNL al transporte profesional en estaciones de España (ocho), Francia (cuatro) y Bélgica (una) con cualquiera de las tarjetas de la compañía. Una cifra que seguirá incrementándose en los próximos meses reforzando su presencia en estos países con 14 estaciones de servicio más. En 2019 está previsto que se incorporen a la red a Holanda, Italia y Eslovenia.
Las ventajas del gas en cuanto a emisiones son considerables. Se calcula que los vehículos con esta tecnología reducen en un 85% los NOx (del cual, un 96% son de PM, las más perjudiciales para la salud) y en un 25% el CO2, clave en el calentamiento global. Para el empresario del transporte, además, apostar por camiones GNL supone un importante ahorro en combustible: un 30% respecto al diésel y un 50% frente a la gasolina.