La práctica totalidad de las cooperativas existentes hasta 2013 adaptaron su régimen tributario a la nueva regulación recogida en la reforma de la LOTT
Entre otras novedades, incluyó la prohibición de que las cooperativas que fueran titulares de autorizaciones de transporte a su nombre pudieran contratar la actividad profesional que realizan sus socios como si fueran transportistas, impidiendo que en consecuencia pudieran los socios cooperativistas continuar facturando por tal concepto. Ello obligó a que las cooperativas de trabajo que hasta dicho año venía operando de esa forma tuvieran que adecuar la tributación fiscal de sus socios, o en caso contrario a desvincularse de la cooperativa e iniciar la actividad de transporte por cuenta propia bajo determinados requisitos, en base al Real Decreto 937/2014 que estableció un periodo transitorio de adaptación que concluyó a mediados del año 2015.
De este modo, la práctica totalidad de las cooperativas existentes hasta dicha fecha adaptaron su régimen tributario a la nueva regulación recogida en la reforma de la LOTT. Sin embargo, como consecuencia de las sucesivas prórrogas del mantenimiento del régimen de módulos en el sector del Transporte aprobadas por el Gobierno español en 2016, 2017 y 2018 han fomentado la aparición de nuevas cooperativas de trabajo, en varias Comunidades Autónomas, que ofertan públicamente y sin ningún recato la posibilidad de acogerse al régimen de módulos a los socios que se integran, con lo que no sólo contravienen la legalidad vigente, sino que además, pese a ser minoritarias, ocasionan el consiguiente descrédito para el resto de cooperativas del sector del Transporte que actúan conforme a ley.