En respuesta a estos desafíos, el sector del transporte tiene que buscar fórmulas para mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad de sus vehículos a largo plazo y cada vez más recurren a tecnologías 4.0 como el Internet de las cosas, la telemática avanzada y el análisis de datos para lograrlo.
Según el estudio "Sector del transporte y mantenimiento inteligente: en busca de una ventaja competitiva” , elaborado por Lubricantes Shell, el 75% de las flotas a nivel europeo ya usan una de estas tecnologías emergentes, pero el 61% afirma que la falta de conocimiento impide que se puedan adoptar más en la actualidad. Aún con estas dificultades, el 91% de los gestores de flota esperan que las tecnologías emergentes
ayuden a minimizar los costes de combustible y, por lo tanto, a conseguir el objetivo de reducción de emisiones a la atmosfera.
El 25% de los gestores de flota confirmaron durante esta investigación que aumentar la eficiencia del combustible será una prioridad para ellos el año que viene, y esto supone todo un desafío ya que los avances en la tecnología de los motores han multiplicado la potencia y el estrés al cual se someten los pistones, que concentran el 60% de la fricción del motor.
Dado que los motores se ven sometidos a esfuerzos superiores, es esencial que los gestores de flota utilicen todas las herramientas que tengan a su disposición, incluyendo las tecnologías emergentes y los lubricantes premium de baja viscosidad, para garantizar el máximo rendimiento del motor en todo momento”, explicó Frank Sheehy, Indirect Lubricants Technical Coach de Shell España.