Para conocer cuál es la situación normativa, debemos remitirnos a lo dispuesto en varios artículos del Reglamento General de Circulación en España. Por un lado, el artículo 18.1. hace referencia a la obligación del conductor de mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción; y debe mantener la posición adecuada. El Artículo 3.1. hace referencia al modo de conducción, con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno. Por último, el artículo 17.1. es el que establece que los conductores deben estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo. La cuantía de la sanción, por lo general, es de hasta 80 euros si el agente entiende que no existe garantía de libertad de movimiento en el vehículo y puede interferir en una conducción segura.
Como vemos, aunque no existen disposiciones específicas sobre el calzado en la conducción, y no sea sancionable el conducir con un calzado inadecuado como tal (por ejemplo, chanclas), si el agente de la autoridad entiende que afecta a la seguridad en la conducción porque no permita controlar bien los pedales, será una conducta sancionable y, por lo tanto, el conductor podrá ser multado.
Si quieres consultar cómo es la legislación en la mayoría de los países europeos, haz click en este enlace para acceder al informe completo.
No debe resbalar de los pedales.
Debe proporcionar una buena adherencia entre el pie y los pedales.
No debe tener elementos susceptibles de engancharse en los revestimientos del vehículo.
No debe ser demasiado grande ni demasiado pesado, de modo que no se pisen dos pedales al mismo tiempo de forma accidental.
Existen productos etiquetados por los fabricantes como particularmente adecuados para conducir (suelas antideslizantes, cordones ajustados o auto cierre, materiales flexibles, etc.).
No debe aplicarse demasiada fuerza para no engancharse en los revestimientos del vehículo, o bien pisar dos pedales a la vez.
Si va a necesitar un calzado específico que no es el más adecuado para conducir, como por ejemplo chanclas, tacones altos o botas de montaña, llévelo en una bolsa en el maletero, nunca en el habitáculo, y conduzca con un calzado más idóneo para la conducción.