La carta, que ha sido firmada por una treintena de organizaciones paneuropeas de transporte, entre ellas, las españolas Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) y Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), pone de manifiesto la relevancia del Sector para el conjunto de la economía. Cada año, más de 2,3 millones de camiones viajan de ida y vuelta entre el Reino Unido y la Unión Europea (algo más del 10% en nuestro país) y son indispensables para el resto de la industria y los consumidores, puesto que distribuyen materias primas, repuestos, alimentación y todo tipo de productos.
El objetivo de esta iniciativa paneuropea es recordar que aún hay tiempo para alcanzar un acuerdo y proteger los movimientos de vehículos pesados, permitiendo el tránsito entre Reino Unido y los Estados miembros de la Unión Europea sin la introducción de permisos de transporte y sistemas de cuotas. Para ello, es necesario el reconocimiento mutuo de estándares, competencias y certificados para asegurar la competencia leal y proteger la seguridad y las condiciones laborales de los conductores profesionales. Por tanto, si finalmente no se alcanza un pacto, la pérdida sería mutua y supondría el entorpecimiento del desarrollo de la cadena de suministro y, por ende, del conjunto de la economía.
Sin un acuerdo de libre comercio, los transportistas se enfrentarían a un caos de acuerdos nacionales fragmentados
La delegada general de IRU en la Unión Europea, Raluca Marian, afirma que el transporte internacional de mercancías por carretera ha sufrido mucho durante la pandemia de la Covid-19, con una pérdida anual de ingresos en la UE estimada en 64.000 millones de euros en 2020 (más de 5.000 millones corresponderían a España). Además, asegura que los costes adicionales producidos por la ausencia de un acuerdo entre el Reino Unido y la UE a finales de año se sumarían a las ya maltrechas cuentas de las empresas y es algo que debería evitarse.