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DELIBERACIÓN

Momento de la jornada “Autopistas, autovías y carreteras: futuros modelos de gestión”.
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Momento de la jornada “Autopistas, autovías y carreteras: futuros modelos de gestión”.

Consejo de Infraestructuras y RACC debaten sobre modelo de gestión de carreteras

lunes 01 de octubre de 2018, 07:00h
El RACC y el Consejo Asesor de Infraestructuras de Cataluña han celebrado una jornada-debate “Autopistas, autovías y carreteras: futuros modelos de gestión” en la que expertos han puesto sobre la mesa diferentes visiones sobre la gestión y la financiación de las vías de alta capacidad.

''El final de las concesiones tiene que traer un nuevo modelo de financiación mejor que el que tenemos ahora, más justo, más simple y más equilibrado territorialmente'', Josep Mateu

La jornada también ha contado con la intervención del secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Ministerio de Fomento, Pedro Saura, y del consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, Damià Calvet. Más de un centenar de expertos y profesionales en temas de movilidad, infraestructuras, asociaciones, entidades y representantes del tejido empresarial y político han asistido a este gran acto que ha tenido lugar en la sede del RACC. La jornada se ha celebrado a pocos meses de que empiecen a finalizar las concesiones de varias autopistas de titularidad estatal, como la AP-1, la AP-2, la AP-4 y la AP-7, y de titularidad autonómica, como la C-32 y la C-33 en Cataluña.

En palabras del presidente del RACC, Josep Mateu, “El final de las concesiones tiene que traer un nuevo modelo de financiación mejor que el que tenemos ahora, más justo, más simple y más equilibrado territorialmente. Este modelo tiene que garantizar la máxima calidad de las infraestructuras en términos de mantenimiento y de desarrollo económico, sin que esto represente un coste adicional para los ciudadanos, que ya aportan más de 16.000 millones de euros a través de impuestos relacionados con el automóvil. Es el momento de abrir el debate y hacer una reflexión en clave europea para encontrar la mejor opción en un tema que es estratégico para la movilidad de las personas y el desarrollo económico del país”.

El presidente del Consejo Asesor de Infraestructuras de Cataluña, Francisco Gutiérrez, ha destacado durante su intervención al inicio del acto: “Es urgente diseñar un nuevo sistema de gestión de las vías de alta capacidad que siga los pilares de la eficiencia y la transparencia, pensando a largo plazo y teniendo en cuenta el medio ambiente. Esperamos que esta jornada abra el debate y podamos definir un modelo para toda España con la rapidez que se necesita”.

El director de la Fundación RACC, Lluís Puerto, ha destacado: “Desde el RACC creemos que cualquier modelo futuro de gestión de las autopistas debe tener en cuenta las contribuciones fiscales actuales de los usuarios de estas vías. En 2016 contribuimos con más de 16.000 millones, solo en peajes e impuestos de Matriculación, Circulación e Hidrocarburos, una cifra que se ha mantenido estable los últimos 8 años, mientras que la inversión en carreteras y ferrocarril ha ido reduciéndose de forma continuada, pasando de los 18.000 millones de euros en el año 2008 a menos de 7.000 millones en 2016. Una reforma tiene que garantizar que los usuarios no pagaremos más, que la recaudación se destine al mantenimiento por ley, y que se resuelva el desequilibrio territorial existente hoy en día”.

El vicepresidente del Consejo Asesor de Infraestructuras de Cataluña, Joaquim Llansó, ha destacado: “Creemos que el mejor camino es cumplir con la recomendación de la Directiva Europea, que sigue el principio de ‘quien utiliza, paga’ y ‘quien contamina, paga’. Dentro de este principio, la tarificación establece el pago por kilómetro recorrido junto con otras variables. Debemos tener claro que lo que no paga el usuario, lo acaban pagando todos los contribuyentes”. Algunas de las principales opiniones de los cinco expertos invitados a la mesa redonda.

Declaraciones de los protagonistas

Sergi Saurí, director del Centro de Innovación del Transporte (Cenit) comentó que “el modelo que hemos tenido hasta ahora de colaboración público-privada nos ha permitido contar con unas excelentes infraestructuras. Sin embargo, ahora queda clara la necesidad de definir un nuevo sistema antes de que finalicen las concesiones. El nuevo modelo debe garantizar los recursos suficientes para el mantenimiento y debe tener una vocación intermodal”.

José Manuel Vassallo, catedrático de Transportes de la Universidad Politécnica de Madrid afirmó: “Necesitamos un modelo coherente y ahora no lo tenemos. El pago por uso es la mejor solución para controlar la congestión y la contaminación, en la que el usuario paga según diferentes variables, como los quilómetros recorridos, el tipo de vehículo utilizado o las emisiones generadas. Es importante que planteemos un modelo antes de levantar barreras; no olvidemos que es más fácil construir sobre un sistema que ya está implantado”.

Anna Matas, catedrática de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona consideró que “no podemos reformar la fiscalidad del automóvil sin fijarnos también en los otros modos de transporte, su nivel de uso, las inversiones y las subvenciones que reciben. En temas de transporte se deben plantear soluciones de manera conjunta, teniendo en cuenta todos los modos que conforman la red del país y priorizando la eficiencia”.

Pere Macias, presidente del Cercle d’Infraestructures aseguró que “cuando hablamos de financiación también debemos tener en cuenta que está por venir una auténtica revolución de la movilidad. Un ejemplo es la llegada del vehículo autónomo. Esto requerirá un nivel de inversión extraordinario para modernizar y adaptar la infraestructura a esta nueva realidad”.

Cristian Llàcer propuso “un modelo para Cataluña en el que se aplique una tarificación basada en dos coronas. La primera sería para acceder al área metropolitana y ayudaría a regular la congestión y la contaminación. La segunda corona sería para entrar en la ciudad de Barcelona. El pago se haría a través de sistemas tecnológicos inteligentes y automáticos situados en 42 puntos de las autovías y autopistas. Con este sistema podríamos ingresar 1.400 millones de euros”.