“Estamos en una crisis de confianza en todos los sectores, y tenemos que recuperarla”, indica Sillero, añadiendo que “existen algunos mensajes contradictorios. Por un lado, se anima a no utilizar el transporte público por cuestiones de seguridad, pero por otro, la Ley de Cambio Climático reconoce la necesidad de un transporte sostenible. El Covid-19 ha reactivado el debate sobre el modelo de transporte, dejando claro que la mala calidad del aire intensifica el efecto de múltiples virus, como el actual”.
'La movilidad urbana debe ser sostenible, y el Ministerio está trabajando en esta dirección'
Por eso, “las flotas de buses de GNC son esenciales y lo seguirán siendo, al igual que el transporte de mercancías de última milla, los taxis, los VTC… La movilidad urbana debe ser sostenible, y su crecimiento es imparable dados los beneficios que supone. Porque el gas natural elimina emisiones”, asegura Sillero, quien tiene claro que “las ciudades necesitan el transporte público y la oferta debe ser sostenible. El Ministerio está trabajando en que sea seguro, sostenible y saludable, y eso marca el camino”.
Biometano e hidrógeno
A juicio de Gasnam, “el gas natural es una solución madura. Para la larga distancia, el GNL es la solución más ecológica, probada y con beneficios demostrados. Alcanza autonomías de hasta 1.700 km, los tiempos de repostaje son muy similares a los convencionales y es muy competitivo en costes. Además, la red de estaciones de repostaje está creciendo a nivel europeo. Ahora, el siguiente paso en este camino es el biometano. En la UE, el 25% de las gasineras ya suministra BioGNL, que es neutro en carbono, y que supone el 17% del total del gas suministrado. Las compañías que apuestan por el gas como combustible ya van incorporando la opción Bio”.
Y, con la vista puesta un poco más allá, “tenemos el hidrógeno, que necesita más tiempo para su implantación general. Hay que desarrollar más tanto la oferta de vehículos como de estaciones de repostaje. En la actualidad, algunos fabricantes como Scania, la alianza Iveco-Nikola y la colaboración anunciada entre Volvo y Mercedes trabajan intensamente. Son muchos los desarrollos en marcha, por lo que el H2O se convertirá en una solución en el futuro”.
A nivel normativo, “se tiene claro el impulso a los gases renovables. Incluso se menciona el uso del biometano para transporte público, considerado como vector de desarrollo para la movilidad sostenible. Las zonas de bajas emisiones que se están implantando en las ciudades también son una señal positiva para esta evolución”, recuerda Sillero, por lo que “Gasnam, en este sentido, está elaborando su propia hoja de ruta, en la misma línea: implantación de gases renovables en el transporte tanto pesado como marítimo, sin olvidar al gas natural como vector de entrada de estas soluciones. Tenemos muchos objetivos climáticos por alcanzar, y ahora con más razón. En el periodo posterior a la pandemia, la movilidad deberá ser más sostenible. Como ejemplo, la UE ya ha declarado que el Pacto Verde estará en el centro de la reconstrucción económica”.
